¿Qué poder decir sobre un film que ya hemos visto decenas de veces –al menos en mi caso- en ésta nueva presentación? ¿Es excusa frente al próximo estreno de la tercer parte? ¿Justifica una revisión debido al efecto 3D incorporado?
Toy Story es una gran película, muchos de nosotros hemos crecido con ella, muchos otros la han disfrutado siendo mayores, evidenciando un avance en tecnologías de animación computada. Uno de los mayores exitos de la compañía Pixar.
Verla hoy en día, en 3D, es una experiencia llena de nostalgia, de descubrimiento para aquellos nuevos pequeños que la ven por primera vez.
Dentro de la línea argumental, el film narra sobre cómo los juguetes toman vida luego que sus dueños, los niños, continúan con sus quehaceres diarios. Dentro de ellos, resalta Woody, un vaquero que lidera frente al resto de los juguetes, hasta llegado el día que un nuevo y moderno muñeco lo reemplaza. La historia de juguetes va más allá de una habitación, se impone un plan de rescate y una huída del hogar de un niño inimaginablemente malo.
Toy Story, detona nuestra pasión por los juguetes, nos lleva a nuestra niñez, a recordar ese momento magico que se concreta con un “chice nuevo”.
Lo que ha hecho el 3D por Toy Story no es mucho, no fue una película diseñada para verse así, es esa época los efectos CGI daban sus primeros pasos. No creo que los realizadores hayan imaginado en su momento, ni nosotros siquiera, que en el día de mañana hubiese posibilidad de ver el film con éste valor agregado, en un nuevo formato de cine, en poco tiempo relanzada en el nuevo formato de video digital Blu Ray 3D.
Fundamentalmente, ver Toy Story en 3D, es excusa para verla nuevamente en cines, poder apreciar detalles que en otra época hemos visto en proyecciones de fílmico y ahora en digital, escenas que uno olvida con el tiempo y por sobre todas las cosas recordar el por qué es un film que ha llegado a convertirse en tan importante con el tiempo, desde estrenada allá por 1995.
Recomendada ampliamente para ver con los nuevos niños.