"Tras la puerta" es una historia para disfrutar (aunque no esté 10 puntos) de la interpretación de Helen Mirren (sin maquillaje y joyas), siendo ella lo que más se rescata. Situada en la post II Guerra Mundial, el Holocausto y la post-guerra de Hungría es que sucede la acción. Los dos personajes principales (Magda y Emerence) carecen de profundidad a lo largo de la película que el director no logró aprovechar, teniendo dos actrices tan geniales. Por momentos uno cree que está viendo una película para televisión, pero no, es una película para pantalla grande. Hay tramos en los que uno se siente totalmente desconectado de lo que pasa, y otros que van por el camino del buen funcionamiento. Una película que en su balance general es un poco del todo tibia, pero que se deja ver.