Una película sensible para el espectador. Siempre el tema de la muerte toca a los seres humanos. Los protagonistas, Ricardo Darín y Javier Cámara, son amigos que se reúnen luego de un tiempo, y saben que esa será la última despedida antes de la partida final. Ambos se muestran contenidos en escena, se ajustan para no dar golpes bajos: hablar de la muerte en cine no es algo nuevo.
Y lo tocan de manera seria, y hasta con un poco de humor ácido, pero en una cuota correcta y que funciona en pantalla grande. Darín se preocupa por el destino de su perro Truman cuando él ya no esté a su lado. Y mientras muestran cómo es su vida. Dolores Fonzi, también demuestra su emoción y la química del equipo cierra bien. También el film plantea quién decide como vivir el último suspiro, y eso es algo que siempre genera controversia.