Guido y Antonia son una pareja con carácteres y horarios opuestos: él trabaja por la noche como recepcionista en un hotel; ella, de día, en una empresa de alquiler de coches. Se ven sólo en las madrugadas cuando Guido vuelve del trabajo y la despierta con el desayuno. Su situación se complica cuando deciden tener un hijo.