“Un amor” es la historia de Bruno (Diego Peretti), Lalo (Luis Ziembrowski) y Lisa (Elena Roger). Tres adolescentes que vivieron un triángulo amoroso, que jamás pudieron olvidar. El mismo transcurre en el pueblo de Victoria, Entre Ríos, Argentina.
Oriundos del pueblo, Bruno y Lalo, llevan una vida sin demasiadas complicaciones. En Bruno encontramos un chico tímido e inteligente, mientras que Lalo es extrovertido, atractivo y divertido.
Un día como cualquier otro, Lisa llega a sus vidas; irrumpiendo en su amistad. Por supuesto al principio existe cierta incomodidad, manifestada sobre todo por Lalo; pero con el tiempo se vuelven grandes amigos.
Como no podía ser de otra manera, ella se enamora de uno de ellos (Lalo), pero a su vez también tiene sentimientos fuertes para con Bruno, con quien entabla una aventura momentánea, la que mantienen en perfecto secreto. Sin siquiera despedirse, Lisa se ve forzada a abandonar Victoria junto a sus padres, dejando un increíble vacío en las vidas de Lalo y Bruno. 30 años después, Lisa localiza en primer lugar a Bruno y luego a Lalo; logrando reunirse nuevamente con ellos por una noche.
La película cuenta una historia sencilla, pero hermosa. Podría definirse como un drama suave con pequeñísimos tintes de humor. Por lo menos a mí me despertó mi costado sensible y he de reconocer que no pude contener alguna lágrima en más de una ocasión (de todas maneras advierto que soy bastante débil).
En líneas generales, todo me gustó mucho, excepto por una actuación que logró sacarme de contexto en más de una ocasión. El personaje de Lisa adolescente (interpretado por Denise Groesman), es (a mi criterio) muy, muy flojo.
Realmente parecía que la actriz tenía el libreto pegado en la frente en cada línea de diálogo que pronunciaba (no así en escenas de mayor actuación corporal). Realmente encontré una gran desconexión entre lo que dice el personaje y como lo dice; lo que me generó una inevitable ruptura, haciéndome sentir que Lisa adulta es una farsante y no la misma persona de hace 30 años atrás. Todo esto me hace pensar que la actriz fue elegida por un pequeño parecido físico con Elena Roger y no por sus aptitudes.
Una vez que deja de contarse el pasado, pude volver a insertarme en el relato y afortunadamente, lo disfruté.
“Un amor” es un buen film, que produce sentimientos muy cálidos, y habiendo finalizado nos deja un lindo bienestar. Recomendable.