Tom y Gerri (los magníficos Jim Broadbent y Ruth Sheen) son un matrimonio feliz y estable que se encuentra en medio del desamor que rige la vida de muchos de sus amigos y familiares. Geólogo y consultora médica, respectivamente, ambos mantienen vivo su amor y lo nutren de pequeños momentos de disfrute, como el cuidado de su huerta.
Escrita y dirigida por Mike Leigh, la historia se divide de acuerdo a las estaciones del año, épocas en las cuales Tom y Gerri reciben en su hogar a distintos compañeros de trabajo, parientes y conocidos. Para la mayoría del ellos el futuro es desalentador, las relaciones duraderas son esquivas y no encuentran demasiados motivos para enriquecer su futuro. Incluso el hijo de la pareja tiene dificultades para hallar a LA mujer de sus sueños.
Después del optimismo que desbordaba en su anterior filme “La felicidad trae suerte”, Leigh cambió el tono pero no sus intenciones: encuentra el humor en cosas diarias –como la descripción del hombre ideal para Mary, colega de Gerri-, es un excelente director actoral (la participación de Imelda Staunton es conmovedora) y logra plantear dilemas que trascienden la película. Cómo no preguntarse acerca de nuestra reacción frente a planear vacaciones en solitario, arrepentirnos por concluir relaciones prósperas en la juventud o sentir envidia frente a los logros obtenidos por quienes se supone son nuestros amigos…