Odio el verano
Duncan (Liam James) es un chico de 14 años que debe pasar el verano con su madre, su nueva pareja y la hija de este en la playa. Su madre (Toni Colette) es una mujer bastante insegura, entusiasmada con que esta nueva familia funcione, y Duncan no quiere decepcionarla, pero su padrastro (Steve Carell) es un hombre canchero y pedante, que lo trata bastante mal, ambos no se toleran y su hija es una rubia caprichosa, que tiene bastantes amigos, y Duncan esta totalmente solo.
Enfrentando con estoicismo lo que aparenta ser el peor verano de su vida, el chico pasa los días esquivando a su compleja familia ensamblada, y deambulando por el pueblo, hasta que va a dar a un parque acuático regenteado por Owen (Sam Rockwell), un tipo encantador, gracioso y carismático, que le da trabajo en el lugar, y de algún modo lo adopta y se convierte en su mentor.
A partir de su trabajo en el parque, Duncan encuentra un lugar de pertenencia, conoce toda clase de personajes, y especialmente, comienza a conocerse a si mismo; pasa de ser un chico con poca calle, que ni siquiera podía entender las ironías, a ser un chico divertido y capaz de expresar lo que le pasa.
La historia tiene muchos personajes -pormomentos parecen demasiados-, los entrañables trabajadores del parque, la familia, y una extraña fauna de vecinos divorciados que pasan el verano de fiesta en fiesta, tomando desde la mañana, mientras sus hijos los miran con pena y se van a la playa con sus amigos.
La relación entre Duncan y Owen es majestuosa, ya que el es paternal de un modo muy particular, no necesita muchas palabras para demostrarle que lo entiende, y para enseñarle a disfrutar de las cosas, o simplemente a hacer y decir lo que quiere. Sam Rockwell hace una interpretación brillante, de un tipo gracioso con frases delirantes, y que detrás de tanto humor es además un tipo muy sabio.
La película es muy divertida, tiene muy buenas actuaciones, tanto de los protagonistas, como de los personajes secundarios; conmueve desde lo simple, con imágenes y situaciones reales, pero vistas con ironía, muchísimo humor, y diálogos memorables.
Una historia de verano, con romance incluido, pero bastante poco común, con una manejo de la ironía y el sarcasmo que roza el cinismo, y como broche de oro una banda de sonido excelente.