Pixar con pocas pretensiones
La nueva película del consagrado estudio se estrena con un año de atraso y al verla se descubre porqué necesitó ese tiempo extra para llegar a la gran pantalla
Hubo un tiempo en el Disney se guardaba los estrenos del estudio de animación Pixar para el verano boreal y dejaba los filmes del estudio, de calidad sensiblemente menor o spin-off de sus éxitos como Aviones, para fin de año.
Pero a fines de 2013 se estrenó Frozen y en 2014 hubo que mover varias fichas debido a que por primera vez en ocho años no había un estreno de Pixar para competir en esa fecha.
Ocurrió que, tras dos fechas de estreno canceladas, que Un Gran Dinosaurio (The Good Dinosaur) seguía sin estar terminada. De hecho, el film lleva seis años en desarrollo y en el medio perdió a su director original (Bob Peterson) que fue reemplazado por su coequiper Peter Sohn que modificó toda la película apra darle otro tono.
El realizador contó que Peterson había imaginado un Arlo con 20 años pero que cuando él se puso al frente del proyecto decidió que la edad del dinosaurio sería de 11 años.
"Arlo, del alguna manera -señaló Sohn-, está reflejando mi propia vida, yo represento una minoría en Nueva York, cuando yo era un niño no había allí muchos coreanos y cuando estaba en esa edad de Arlo había muchas cosas que me atemorizaban en el camino de encontrarme a mí mismo".
En este contexto, llega finalmente Un Gran Dinosaurio a las pantallas locales con una mínima promoción y en simultáneo con los Estados Unidos (en Argentina, los filmes animados de Disney se estrenan a mediados de diciembre) y el allí se puede ver el porqué de estas demoras.
El film es una distopía sobre qué podría haber ocurrido si los dinosaurios no desaparecían de la Tierra tras el choque del asteroide que pudo haber ayudado a su extinción. La historia se centra en el pequeño y débil Arlo, un el más joven de su familia y su viaje de autodescubrimiento junto a un niño humano que se perdió con él luego de ser arrastrados por la corriente de un río.
Sohn condstruyó una clásica road movie prehistórica muy bien realizada, con un guión sencillo, personajes enternecedores y divertidos; y todo muy disfrutable.
¿Cuál es el problema entonces con Un Gran Dinosaurio? Que no se diferencia en nada de cualquiera de los cientos de filmes animados que circulan en la actualidad, con pocas ideas narrativas, secuencias ya vistas en otras producciones similares (una de ellas una copia de la muerte de Mufasa en El Rey León, la otra una típica escena de cowboys muy bien adaptada) y una sensación constante de que estamos viendo un refrito de los 20 años de la compañía. En pocas palabras, el sello Pixar le queda grande.
Ni siquiera el corto del inicio, que suele acompañar a todos los filmes del estudio, llega a un nivel óptimo y se queda en buenas intenciones, además de repetir temática con la película.
Pero a pesar de estas críticas de rigor, es una película recomendable para llevar a ver a los chicos este verano y cumple no sólo en entretener sino en contar una lección de vida que alienta a todos a superar sus miedos.