Nerve da una mirada crítica sobre el uso de redes sociales y sus consecuencias, la película protagonizada por Emma Roberts y Dave Franco, advierte sobre la adicción de la tecnología, pero lamentablemente lo hace de un modo soso, artificial y aburrido. Henry Joost y Ariel Schulman, directores del film y fanáticos de proyectos sobre interacción social (catfish serie y película) muestran un panorama interesante en el mundo de apuestas en red, no obstante, lo que podría haber sido una película con un clima de tensión total y manejo del publico de principio a fin, se convierte en una demostración sobre decisiones estúpidas con personajes que no valen siquiera el precio de la entrada en el cine.
ntre las luces de neón y el trabajo fotográfico realizado por Michael Simmonds se puede ver una claridad absoluta entre los planos y las acciones de los protagonistas, la utilización del metodo POV (punto de vista) lleva la perspectiva directamente hacia el celular de los usuarios del sitio de apuestas. Un gran momento en Nerve emplea la vista selfie de un celular en una hazaña a 10 pisos de altura, esta escena juega con el vértigo del espectador y demuestra lo que la gente venía a ver desde un principio, pero esto no dura mucho.
La música acompaña este viaje de una sola noche y refleja, con ritmos electrónicos, la actitud que tienen los protagonistas. Las melodías comerciales fusionadas con el manierismo absurdo de los personajes dan la sensación de estar viendo una campaña de marketing de alguna empresa, en vez de una película. Todo se siente automatizado, con una cierta similitud a la película Proyecto X. Joost y Schulman prefieren apostar al entretenimiento barato sin contenido con estilo visual y canciones cool, a una historia con un peso argumental importante. El dúo de directores tendría que quedarse donde corresponde, pasando su programa Catwish en un canal esclavo de la moda y no torturarnos con este tipo de largometrajes sin sentido.
Nerve es una más en la lista de películas que empezaron con una buena idea y su ejecución dio un resultado que está a la sombra de que realmente se pensó. Con una gran fotografía, consigue encantar visualmente al público, pero no logra más que eso y el mensaje que quiere trasmitir desde un principio, queda en el olvido por culpa de las decisiones que toman sus protagonistas.