Otto Anderson es un señor gruñón que habita en los suburbios de Pittsburg, Pensilvania. Pasa sus días intentando que todas las reglas sean cumplidas en su vecindario al pie de la letra. Tras la muerte de su esposa Otto ha perdido el rumbo de su vida y no quiere seguir adelante con ella, pero la llegada de nuevos vecinos hace que su vida cambie rotundamente.
“Un vecino gruñón” es un largometraje estadounidense basado en el libro “A man called Ove” escrito por Fredrik Backman y la película sueca, “En man som heter Ove”. Esta versión de la historia sería un remake de la producción nórdica de 2015.
A simple vista “Un vecino gruñón” podría parecer una comedia plana sin mucha profundidad, pero nada más lejos de la realidad. Si bien tiene sus momentos divertidos diría que estamos ante un drama, el drama de un hombre al que ya no le queda nada y encuentra una razón para seguir adelante.
Un acierto que me gustó mucho es que se indaga en la vida de Otto y se le explica al espectador porque este anciano actúa de la manera en la que actúa y también podemos ver otra faceta de él. A su vez siento que este largometraje está cuestionando a ciertos aspectos de la sociedad actual tales como la falta de empatía y el abuso por parte de los dueños de condominios.
Se destacan las actuaciones de Tom Hanks (Otto Anderson), Mariana Treviño (Marisol) y Cameron Britton (Jimmy).
“Un vecino gruñón” es una película dramática con toques de comedia que les va a sacar muchas carcajadas y hasta algunas lágrimas.