La opera prima de Joaquín Cambre, experimentado director publicitario y de clips musicales, es una película de crecimiento sobre un adolescente que a los trece la pasa mal, más allá de sus problemas pisquiátricos, en medio de una familia disfuncional. Lo curioso de Un viaje a la luna es que el antihéroe Tomás, interpretado por Ángelo Mutti Spinetta, no tiene esa transición amena hacia la adultez a partir de alguna aventura veraniega. En lugar de salir a descubrir el mundo, Tomás elige encerrarse en su burbuja y aferrarse a eso tanto como le resulta posible: la travesía del título no implica peripecia alguna, más allá de la introspección del chico para lidiar con esos problemas familiares.
Tomás necesita escapar de esa madre sobreprotectora (Leticia Bredice) tanto como de su ensimismado papá (Germán Palacios), y aceptar ese ostensible despertar sexual de su hermana mayor le cuesta todavía más que lidiar con los bullys para los que este joven corto de vista es carne de cañón. El único cable a tierra para Tomás es Iris, una vecinita rebelde unos años más grande, interpretada por Ángela Torres, con quien fantasea. La conexión entre ellos comparte ese ilusorio candor nostálgico con la mirada de Cambre sobre la adolescencia, uno de los grandes signos audiovisuales de estos tiempos. El cineasta apuesta por el sentimentalismo para diluir los momentos más espesos de la película y la adolescencia, por más que eso no le impida subrayar, tal vez por un énfasis estético que se lleva puesta la narración, algún momento humillantes durante la cúspide del delirio familiar.
La película busca elevarse con una reflexión filosófica entre madurez y geocentrismo y está diseñada para lucir la sofisticación visual de la obsesión espacial de Tomás, momento en que Un viaje a la luna se transforma en un cándido filme de ciencia ficción de bajo presupuesto, pero los grandes hallazgos aparecen en situaciones mucho más sencillas y honestas, como un plan fallido para zafar de un examen en el colegio o un baile en un asalto al ritmo de una buena canción bajo una luz estroboscópica.