Bradley Cooper se pone en la piel de Adam Jones, un Chef perfeccionista con un pasado del cual se arrepiente porque provocó que todo lo que había construído se destruyera.
Si no tenés idea cómo es el mundo de la cocina de un restaurante y creías que en Master Chef exageraban, acá te confirman lo que creías. Todos los Chefs son egocéntricos, violentos y necesitan de la perfección. O eso es por lo menos lo que ellos nos venden.