Llega por fin a salas Una serena pasión, el retrato que Terence Davies realiza sobre la escritora Emily Dickinson, interpretada por Cynthia Nixon.
El realizador inglés Terence Davies (The deep blue sea, Sunset Song) decide llevar a la pantalla grande la vida de una de las poetisas más importantes de la literatura: Emily Dickinson. Para eso se vale además de la imprescindible colaboración de Cynthia Nixon, quien se pone en su piel y consigue su interpretación más lograda.
Emily Dickinson nace en una familia de buena posición económica que mantiene fuertes creencias cristianas. Pero ella, sintiéndose atrapada y presa de las normas sociales, se rebela constantemente y utiliza sus escritos para criticar y luchar. No está a favor de vivir aparentando y no teme decir las cosas que piensa de manera directa, aunque a veces suene dura. Es una mujer adelantada a su época y eso nunca está bien visto.
Davies entrega lo mejor de su cine y con esta película pasa de una ligera y efectiva comedia a un drama más intimista. A medida que la muerte, el final, se acerca, el filme se torna más oscuro, se abandonan los planos abiertos al exterior (la fotografía de Florian Hoffmeister nos ofrece unos planos que son una obra de arte en sí), y se opta por retratar a la protagonista dentro de su casa, en su cuarto, donde permanecerá aislada. Esa casa que se transforma en un personaje más.
Es imprescindible, una vez más, mencionar a Nixon que, en silencio y con su sonrisa, puede parecer dulce e inocente y luego sabe destilar una ironía y sarcasmo que, lamentablemente, con el paso del tiempo se van transformando en una amargura que la lleva a encerrarse cada vez más. La actriz logra reflejar estos diferentes estadíos, emociones y contradicciones con mucha solvencia.
La pintura que Davies realiza de la poetisa es muy completo, clásico y, al mismo tiempo, no es una biopic propiamente dicha: la Dickinson que le interesa a Davies es la adulta. Hay mucho amor por el cine, por una época y por esta figura literaria. No sólo se dispone a mostrarla a ella en su cotidianeidad, sino que, a través de inserts de voz en off, se puede apreciar mucha de su poesía. Davies ya ha demostrado saber retratar universos femeninos y esta vez sea, quizá, la más lograda.