El director Martín Desalvo vuelve a la pantalla en una realización que según el propio realizador la vuelve vigente aunque la haya comenzado a rodar en la última etapa del tercer gobierno kirchnerista.
La película está ambientada en el año 1957, dos años después del golpe militar que la Revolución Libertadora derrocó al presidente Juan Domingo Perón . Exhibe el episodio donde confluyen en un penal de seguridad media en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz cuatro presos políticos referentes de distintas caras del peronismo: Jhon W.Cooke, Guillermo Patricio Kelly, Jorge Antonio y Héctor Cámpora.
Cooke, interpretado por Rafael Spregelburd, representa al líder del ala izquierda del peronismo, Jorge Antonio a cargo de Lautaro Delgado, empresario político argentino muy unido a Perón; Héctor Cámpora, presidente por 49 días que llevó a cabo la Operación Retorno, en la que el General Perón regresa al país el 17 de noviembre de 1972, interpretado por Carlos Belloso y la personificación de Kelly, perteneciente a la Alianza Libertadora Nacionalista a cargo de Diego Gentile.
De Salvo logró convertir el hecho histórico de una fuga, ya que corrían riesgo sino lo hacían, de que los ejecutaran, en una realización fílmica donde expone varias capas de atracción: por un lado el plan de escape y concreción, y por el otro las desavenencias dentro del propio movimiento del partido peronista que quedan a la luz en el penal.
Antonio que no duda en corromperse para obtener beneficios en la cárcel, Cooke que mantiene sus ideales a costa de sufrimiento como político y pensador de la izquierda peronista, Kelly que desde su ingreso busca la forma de escapar, como única manera de sobrevivir y Cámpora, que pese a las torturas sufridas en su privación ilegítima de la libertad muestra la cara más humanista ante los acontecimientos donde su salud no le jugaba una buena pasada, en una lograda composición de physique du rol y actuación por Belloso.
En un 2018 de cara a las elecciones del 2019 donde ya se va delineando de a poco el tablero político de la oposición, en la que una mayoría peronista apuesta a ir unida como única manera de derrotar la ola amarilla, aparece un Partido Justicialista Federal que no es más que funcional al gobierno de turno.
Por eso la realización de Desalvo muestra la grieta más feroz sobre qué clase de peronismo queremos, en el caso que lleguen a ganar, que nos gobierne en el próximo mandato presidencial constitucional.
Puntaje: 8