Valiente

Crítica de Damián Serviddio - Suplemento Espectáculos

Lejos de sus grandes trabajos, la dupla conformada por Disney-Pixar regresa con una propuesta efectiva pero con gusto a poco. Hija de los Reyes Fergus y Elinor, la adolescente princesa Mérida no desea contraer matrimonio con ninguno de los candidatos propuestos por los tres Lores que garantizan la paz del Reino a cambio de la mano de la bella joven. McGuffin, Macintosh y Dingwall están dispuestos a que sus primogénitos se enfrenten en una competencia de arquería para ganar el corazón de la princesa, quien intempestivamente decide huir y recurre a los poderes de una sabia hechicera para cambiar su destino. Las consecuencias que deberá pagar por intentar modificar el futuro sin atreverse a realizarlo de la manera correcta la embarcarán en una aventura por salvar al reinado y a su familia.

Más allá de la impecable factura técnica, de la prolijidad extrema de su realización y de lo inobjetable de la animación que temporada tras temporada Pixar se encarga de mejorar, superándose incluso a sí misma, Valiente carece de ese ingrediente especial que ha catapultado a muchas de sus predecesoras a los listados de lo mejor de la historia cinematográfica. Será que las escenas donde los osos luchan entre ellos, con realismo absoluto y efectos sonoros ad hoc, logran espantar al público más pequeño haciendo que los padres deban desdoblarse entre los niños que aún tienen ganas de continuar viendo la historia y aquellos que asustados comienzan a llorar y deben retirarse de la sala. Será que mucho de esta película remite a “Las locuras del emperador” y en especial a “Tierra de osos”. Será que sentimos que este relato ya nos fue contado y no hallamos demasiadas sorpresas.