El noruego Hans Petter Moland se animó a algo que pocos directores se animan: hacer la remake de su propio filme. Lo que en un momento fue una producción escandinava de un director inexperto, ahora se convirtió en un tanque de Hollywood y una de las razones principales es su protagonista, Liam Neeson. El actor irlandés, que se consolidó como héroe de acción en la saga de “Búsqueda implacable”, le aporta solidez y una gran dosis de humor a esta película que atrapa de principio a fin.
La trama se centra en Nels Coxman (Neeson), un trabajador que se gana la vida despejando la nieve de los caminos de su pueblo. Además, acaba de ser nombrado ciudadano del año y tiene una excelente relación con su esposa (Laura Dern). Pero de repente, la felicidad se opaca cuando asesinan a su hijo por error. Y como ya lo hizo en “Búsqueda implacable”, el protagonista busca vengar la muerte de su hijo por mano propia. Será su estilo lo que hace que esta película sea tan particular: la transformación de este hombre común en un asesino está muy bien lograda.
Así, entre escenas con altas dosis de parodia y humor negro, este padre va eliminando a una pesada banda de narcotraficantes. Sin dudas, además de la actuación, la fotografía bajo la nieve es una de las grandes razones para no perderse este filme de género.