Victoria

Crítica de Susana Salerno - N3F

Una noche de aventuras en la que poco a poco todo se va saliendo de control.

Su desarrollo esta filmado en un solo plano secuencia con cámara en mano (es decir en una sola toma) a lo largo de dos horas y dieciocho minutos, esto es bastante novedoso y llega de la mano del cineasta alemán Sebastian Schipper (“Un amigo mío”). En una discoteca de Berlín una noche una joven madrileña Victoria (Laia Costa; “Pulseras rojas” TV. Un bello rostro y una buena actuación) de unos veinte años, que no tiene amigos, trabaja en un café y gana tan solo 4 euros por hora tiene una vida bastante aburrida y monótona.

Pero su vida tiene un giro cuando esa noche y en esa discoteca conoce a cuatro jóvenes berlineses: Sonne (Frederick Lau, “La ola”), Blinker (Burak Yigit), Boxer (Franz Rogowski) y Fub (Max Mauff), ellos salen todos juntos y su relación será para siempre, juntos van viviendo diferentes momentos, situaciones, aventuras y experiencias inolvidables. Con el correr de los minutos vamos conociendo más a cada uno de los personajes sus angustias, secretos, su presente y pasado. Para Victoria ya nada será como antes y además encontrará el amor de Sonne.

La cinta contiene un importante trabajo de cámara, su ritmo es vertiginoso, brutal, frenético y salvaje. Con este estilo de filmación siguiendo en todo momento a los actores, el director intenta que el espectador sienta los deseos de la protagonista el aturdimiento, la sed de libertad y esas ganas de sentirse viva, y es posible que su título también esté relacionado de cierta manera con su proceso y desarrollo. Además contiene suspenso, acción, intriga y toques románticos.

Muestra jóvenes cometiendo algunos desórdenes, alcohol, drogas, robos, vértigo y el deseo de liberación. Cuenta con buenas actuaciones, todos los diálogos fueron improvisados y los actores: Laia Costa y Frederick Lau, ya hemos visto algunos de sus trabajos y se destacan. Se enlazan muchos lugares, el paso del tiempo y la conducta de los personajes. Pero a lo largo de su desarrollo y con su desenlace no termina siendo creíble.