Una playa paradisíaca que esconde un perturbador secreto
Sol, mar, un hotel elegante, gente sonriente, tragos gratis. Una postal que cualquiera, más aún en pandemia, desea que se convierta en realidad. Las vacaciones soñadas. Pero no. Es la apertura de "Old", el más reciente film del director M. Night Shyamalan. Algo raro seguro esconde la arena, piensa el espectador. Y está en lo cierto.
No se “ve gente muerta” como en "Sexto sentido", no hay “héroes irrompibles” como en "El protegido", tampoco hay “extraterrestres amistosos” como en "Señales". La película cuenta cómo una familia -Guy y Prisca con sus hijos pequeños Trent y Maddox- intenta escapar de la rutina en un aparente paraíso. “Intenta” y “aparente”, palabras clave.
"Old" es “Viejos” en la traducción para América latina y “Tiempo” en España. Dos formas de interpretar la propuesta de M. Night Shyamalan: en ese espacio donde llega la familia el tiempo se mueve diferente, la edad es relativa. Curioso caso el del realizador indio, que para algunos es un genio y para otros está sobrevalorado. Todo depende de a quién se le pregunte. Y lo mismo ocurre en este film, que viene dividiendo las aguas entre los espectadores y la crítica desde su estreno.
Protagonizada por un elenco liderado por el mexicano Gael García Bernal, "Old" está inspirada en la novela gráfica "Sandcastle" ("Castillo de arena"), de Pierre Oscar Levy y Frederik Peeters. Podría ser un episodio de "Los Expedientes Secretos X" pero no es tan redondita. Tampoco sus protagonistas generan la empatía de Mulder y Scully, ni tienen su química.
"Old" tiene cierto encanto. Es “easy in the eyes”, como dirían los norteamericanos, un placer para la vista. Y en su tramo inicial, hace algunos planteos existenciales que dejan al espectador cavilando horas después de salir del cine. Pero en la segunda mitad el film tiene los pies en la tierra, algo enterrados. El castillo de arena de buenas intenciones es erosionado por las continuas y desordenadas olas de la trama. Una historia que, luego de dejar varios cabos sueltos, termina de manera sospechosa y extremadamente prolija. Casi como si fuera otra película (dato no menor: en la novela gráfica se deja el final abierto).
Lejos, muy lejos de "Sexto sentido", "Old" podría analizarse en paralelo a "El fin de los tiempos", ese thriller psicológico también de M. Night Shyamalan en el que la gente un día comenzaba a suicidarse en masa sin motivo aparente. Un film que arrancaba con una gran premisa que seducía al espectador pero después se desinflaba. Una película cuya mejor escena era el trailer.