Al filo del peligro
Vivir al límite -The hurt locker para los amigos- pasará a la historia como la primera película en la que una directora consigue el Oscar a mejor dirección. Es lo más probable, a estas alturas, y según los premios previos, las críticas, y el viento a favor.
Ahora bien: ¿es el film de Kathryn Bigelow un gran trabajo? Bueno, ella lo cumple con eficacia, pero cuesta pensar en esta obra como grande, como trascendental, y probablemente, en su sentido global, de aquí a un par de años no conserve el prestigio del que hoy parece gozar.
Aclaro, es un film digno, muy bien realizado, más que correcto, con varias secuencias tensionantes, y un elenco sólido. Pero personalmente considero demasiado la probabilidad de que gane el Oscar a la mejor Película. No lo es, y desde aquí empiezo a hacer más fuerzas que nunca por Bastardos sin gloria, el único film que saca varias cabezas de ventaja, a medida que voy viendo en pantalla grande, como corresponde, a sus competidoras.
Los que ya la han visto, y han vivido el ritmo y la tensión de los tres soldados de Vivir al límite, coincidirán conmigo en que los puntos altos son un logradísimo comienzo, con actor invitado incluído (Guy Pearce), así como también la secuencia en el desierto, con otra participación breve, esta vez de Ralph Fiennes, o un sentido dramatismo en las escenas en que el protagonista encuentra a un niño con una bomba en su vientre. Mientras que promediando el film, los últimos momentos de acción no defraudarán.
La cámara en constante movimiento, algunos encuadres virtuosos, el finísimo trabajo sonoro, y una edición impecable, hacen el resto.
¿Alcanza? Supongo que a esta altura, ya es cuestión de gustos. Bigelow la tiene clara, y así se termina de consagrar con un material que sabe manejar muy bien. Su Oscar como directora puede que sea inobjetable, aunque otra vez insisto con lo dicho sobre los Bastardos, y yo no he visto aún a un realizador que supere al soberbio de Tarantino.
Jeremy Renner es el líder que el escuadrón, y el film, necesita, con todos sus diálogos y momentos que en ocasiones transitan el cliché. Es un rol interesante, pero tampoco lo considero digno de nominación. Anthony Mackie y equipo lo secundan con oficio.
The hurt locker es un buen producto. No le es indiferente al espectador. Pero no es un film redondo. Tal vez la falla venga desde el guión, porque visualmente, Bigelow demostró que pudo hacer lo mejor que pudo, y verdaderamente no es poco, sino todo lo contrario.