Casados hace algunos días, Paige y Leo tienen un accidente automovilístico en una fría noche nevada de Chicago. Leo apenas sufre algunas lastimaduras menores, pero el traumatismo en el cráneo de Paige borra totalmente de su memoria los últimos años de su vida. Al desperar, no solamente desconoce al hombre que dice ser su marido, sino que sus últimos recuerdos la ubican como la hija consentida, perfecta, estudiante de derecho y comprometida con un hombre al que su familia consideraba como el candidato perfecto. Vislumbrando que se encuentra frente a una causa casi perdida, Leo decide no darse por vencido e intentará reconquistar a Paige a través de los lugares y las situaciones que los hicieron enamorarse por primera vez.
Inspirada en hechos reales (la pareja en la cuál se basó la historia aparece durante los créditos finales), Votos de amor tiene el sello de las lacrimógenas historias de amor empalagoso de Nicholas Sparks (cuya séptima adaptación al cine con “Cuando te encuentre” se estrenó hace pocos días), pero sin llegar a los límites poco aptos para diabéticos. La reconstrucción del choque es impactante y real, y a pesar de que Channing Tatum tiene la expresividad de un joven Stallone, la química con Rachel McAdams hace adorable el vínculo que se genera entre ambos. A pesar de ello, el resto de los personajes son ridículamente estereotipados: los padres de clase media alta son distantes y manipuladores, mientras que aquellos que acusan orígenes humildes sólo se dejan llevar por los sueños y los sentimientos. Un cuento rosa con muchos obstáculos y final feliz, ideal para las chcias que desean llorar un rato frente a la pantalla grande.