Una nueva entrega, pero para el olvido
Es sabido que a parte de ser un arte, el cine es un negocio y hoy en día - para explotarlo - parece que las principales estrategias son sacarle todo el jugo posible a una saga exitosa y reinventarla constantemente, siendo que un conjunto de un protagonista taquillero, efectos especiales y la moda 3D hagan de la película un posible nuevo éxito.
El mayor problema de ésta clase de films es que entre tanto ruido, generalmente siempre quedan en deuda en el plano narrativo, cuestión más que importante, porque a pesar de todo tipo de artificio que pueda proponer el dispositivo cinematográfico, no hay que olvidarse que - después de todo - un película es una obra que cuenta una historia y ésta debe ser (o es conveniente que sea) atractiva...