No es todo lo que usted siempre quiso saber sobre Woody Allen; no sólo porque no podría serlo, dadas la variedad y la dimensión de su obra, sino también por el incalculable número de preguntas que se formularían si fuera posible reunirlas todas. Estas que conforman la columna vertebral del film de Robert B. Weide son las que el experto documentalista, especializado en retratar comediantes norteamericanos, se atrevió a hacerle a un Woody al que se nota visiblemente cómodo y hasta feliz de ser entrevistado. El retrato es, pues, bastante completo y muy entretenido. Indispensable para fans. Versión algo abreviada del capítulo de American Masters que la televisión norteamericana presentó en dos partes, es un cariñoso, cálido y celebratorio acercamiento al gran humorista y realizador y un recorrido por su trayectoria vital y artística ordenado cronológicamente y guiado por el propio protagonista.
En compañía de Weide y su cámara, Woody recorre las calles de Brooklyn al evocar los días de su infancia, felices a pesar de haber "nacido de los padres equivocados", como apunta su hermana, Letty Aronson, y aun habiendo tomado conciencia de su mortalidad a los cinco años, lo que lo volvió "más irritable y ácido". Evoca la adolescencia, cuando empezó a escribir chistes para columnas sobre el show business ; muestra la máquina de escribir alemana que compró por 40 dólares y de la que salieron todos sus textos, desde los que nutrían sus colecciones de cuentos breves o los que daban sustento a sus presentaciones cuando ingresó en el circuito de stand up hasta sus piezas teatrales y sus guiones para el cine. El primero fue el de ¿Qué pasa Pussycat? , tan alterado cuando llegó a la pantalla que decidió ahí mismo que no volvería a escribir películas hasta que no tuviera total control de ellas.
Eso hizo desde entonces. Woody rechaza que lo llamen autor; también sigue diciendo que todavía sueña con hacer un gran film, aspiración que no ha podido concretar. De sus credenciales como autor no quedan dudas; su carrera puede haber tenido altibajos, pero grandes films ha hecho muchos, de Annie Hall a Manhattan , de La rosa púrpura de El Cairo a Hannah y sus hermanas , de Zelig a Match Point , de Maridos y esposas (su preferida) a Medianoche en París , que fue además el mayor éxito de su carrera.
Suele definirse como "un humorista de Brooklyn y Broadway que ha tenido mucha suerte". Quizá sea exceso de autocrítica, vestigio de coqueta humildad o expresión de su ya proverbial déficit de autoestima, pero los muy bien elegidos fragmentos de sus films que incluye el documental hablan por sí mismos.
Las charlas con Woody, más una porción de material de archivo, proporcionan algunas interesantes revelaciones respecto de su forma de trabajo, de lo que por otra parte se tiene una sabrosa ilustración en el tramo registrado durante el rodaje de Conocerás al hombre de tus sueños . Un placer extra proviene de los testimonios de allegados, colaboradores, periodistas y familiares, madre incluida. Es un verdadero seleccionado que incluye nombres rutilantes y personajes indispensables como Diane Keaton, Tony Roberts, Jack Rollins o Scarlett Johansson, entre muchísimos más.
Y resulta especialmente destacable al atinado y respetuoso tratamiento que el documentalista da al caso de la separación de Woody y Mia Farrow. Allen lleva ya 15 años de matrimonio con Soon Yi Previn: ya era hora de considerarlo un capítulo cerrado.