En Sabah Nur es traicionado por sus seguidores y enterrado en un abismo eterno, sólo para despertar a principios de la década de los 80’s, 10 años después de los eventos de ocurridos en X-men Días del Futuro Pasado. Por este hecho los X-men vuelven a alistarse en una nueva misión de rescate.
X-men: Apocalipsis ofrece una mirada más personal y distinta a lo que estamos acostumbrados. Se lo ve a Erik Lehnsherr a.k.a. Magneto en una posición de padre de familia dejando atrás su oscuro pasado. Simon Kinberg y Bryan Singer, sus guionistas, también destacan a Scott Summers (Ciclope), que desde el inicio de la saga se lo trata como uno más del montón (recordemos su penosa aparición en The Last Stand). En esta parte miman un poco más a los personajes olvidados y/o encasillados, refrescando sus historias por más corto que sea ese tratamiento. Todo esto puede ser un punto positivo, pero al mismo tiempo de revitalizar a viejos conocidos, Singer y Kinberg, desaprovechan de una manera monumental a los recién llegados. El más claro ejemplo son los ayudantes de En Sabah Nur, sobretodo dos de sus “Jinetes”, Psylocke y Angel (el último previamente visto en The Last Stand). A ellos se los puede ver en toda la campaña de marketing de Apocalipsis - Olivia Munn sube videos prácticamente todos los días para mostrar a su personaje, según dice ella, el mejor de todos – estos nuevos estelares prometían hacer exclamar: ¡Acá se arma en serio!; aunque lamentablemente (tengo que decirlo), terminan dando un resultado que deja mucho que desear. La mutante del eterno piloto amarillo, Júbilo, es otro ejemplo. Ella figura en la película con el objetivo de dar diversidad cultural, parece un chiste, y no lo es.
Hablemos un poco del gran villano En Sabah Nur alias “Apocalipsis”. Su presencia en los trailers dejaba un sabor agridulce y para empeorar las cosas, su primer vistazo en imágenes, desato una ola de controversias por una apariencia poco llamativa recordando a muchos a un hermano perdido de Ivan Ooze de Power Rangers (1995). Oscar Isaac el encargado de dar vida a Apocalipsis hace un trabajo correcto con el material que le fue dado. Posee una buena presencia cuando se le permite expandir su rango de expresiones, pero nuevamente sus guionistas, al centrarse exclusivamente en hacer brillar al equipo X-men se olvidan de un malvado, el cual, podría haber sido memorable.
En esta entrega cada situación extraordinaria en pantalla se siente ordinaria. Esto es culpa del estudio por no querer arriesgarse a jugar con el público, para ser una película con semejante nivel de destrucción, es demasiado lineal y aburrida, le falta riesgo y recurre a lo básico y seguro. Pero todo no es negativo, destaco una escena al ritmo de Eurythmics, estos pocos minutos dan un agradable respiro al festival de clichés y mientras menos sepan de la escena, mejor. X-men: Apocalipsis triunfa en “más de lo mismo”, ciertos momentos van hacen sonreír al público, estos son contados y opacados por lo lineal de la estructura total del film, el 3d no llama la atención y la película produce cierta sensación: a pesar de ser una historia sobre innumerables individuos con grandes poderes, se ve como un homenaje a Jennifer Lawrence interpretando a Katniss Everdeen de Los Juegos el Hambre durante la entera duración de la película.