La evolución del neandertal
Ya sabemos que Hollywood todo lo puede y para la industria no hay contexto que no pueda ser modificado si el cambio se justifica: lo que comenzó siendo un proyecto centrado en Magneto, escrito por Sheldon Turner y con Zak Penn como realizador, se terminó convirtiendo en una precuela de la trilogía original en la que Matthew Vaughn reemplazó a nada menos que Bryan Singer. El neoyorquino pasó a ocupar la silla de productor y su influencia se siente en X-Men: Primera Generación (X-Men: First Class, 2011), un mega tanque que abre citando a X-Men (2000) y toma elementos varios de X-Men 2 (X2, 2003).
Los minutos iniciales pintan a la propuesta de pies a cabeza: mientras que el sanguinario Sebastian Shaw asesina en un campo de concentración a la madre de Erik Lehnsherr con vistas a “desatar” su poder, el joven Charles Xavier decide proteger a la desamparada Raven, conocida años más tarde como Mystique. Durante aquellos ´60 en que los Estados Unidos jugaban a la guerra fría con la Unión Soviética, la CIA recurrirá al futuro Profesor X cuando necesite información acerca de mutaciones genéticas y todo lo referido a la evolución desde el neandertal -salteándose al homo sapiens- hasta estas “fases superiores”.
Pese a que la película mantiene algunos tópicos de los dos primeros capítulos, vale aclarar que no alcanza ese nivel de calidad y en términos formales es una “versión corregida” de X-Men: La Batalla Final (X-Men: The Last Stand, 2006), definitivamente el eslabón más flojo de la franquicia. Tambien por debajo de la dinámica X-Men Orígenes: Wolverine (X-Men Origins: Wolverine, 2009), aún así el producto entretiene y genera empatía gracias a dos factores excluyentes: por un lado la levedad narrativa que instaura un desarrollo ameno y por el otro la labor de un elenco muy bien elegido en donde cada intérprete dignifica su rol.
Debemos reconocerle al cineasta una mejoría lenta pero sostenida, pensemos sino en la desastrosa Stardust: El Misterio de la Estrella (Stardust, 2007) o la anodina Kick-Ass (2010). En esta oportunidad acierta respetando el tono prudente de los opus de Singer y “amansando” al estudio para que le permita administrar los tiempos como no pudo Brett Ratner: la progresión dramática que ofrece el guión de Ashley Miller, Zack Stentz, Jane Goldman y el propio Vaughn resulta sumamente natural y logra incorporar la crisis de los misiles en Cuba de 1962 sin banalizar los acontecimientos históricos o caer en el ridículo.
El film compensa la superficialidad con la que se tratan temas como la discriminación y el armamentismo con el carisma del trío protagónico, a saber: James McAvoy (Profesor X), Michael Fassbender (Magneto) y Kevin Bacon (Shaw). Con participaciones de Oliver Platt, Michael Ironside, Jennifer Lawrence y la bella January Jones, más un cameo a cargo del genial Hugh Jackman (Wolverine pronuncia el único insulto del metraje), X-Men: Primera Generación entrega solvencia, acción y un verosímil sin sobresaltos. Mención aparte merece el refugio del ex nazi Shaw, nuestra Villa Gesell aunque con lagos y montañas…