Rápido y Furioso (para los negocios)
El regreso de Vin Diesel a uno de los papeles que marcó su carrera se produce sin riesgos: es una remake no oficial de la otra franquicia que lo llevó a la fama.
La cosa viene así: en 2001 Vin Diesel saltó a la fama con Rápido y Furioso, su primer gran éxito. Un año después, llegó xXx, el otro gran personaje que lo perfiló como actor del género de acción.
Sin embargo, algo pasó (probablemente la exigencia de un alto cachet) en ese punto ya que ninguna de las dos franquicias volvió a contar con su presencia y el rapado actor, en cambio, comenzó a deambular entre filmes de justicieros como Un Hombre Diferente y Niñera a Prueba de Balas.
Quizá hubo un momento de reflexión en la vida de Diesel (Mark Sinclair para los que creen que nacer con ese nombre es lo mejor que les puede pasar en el mundo) en el que vio que se acercaba peligrosamente al cenit de su fama sin haberse convertido en un referente de su generación y por eso bajó sus pretensiones y retomó los rieles de su carrera, como la taquilla manda.
De esta manera, desde 2009 en adelante ya hubo cuatro (cinco con la que se estrena este año) secuelas de Rápidos y Furiosos, dos más de Riddick y, a quince años de su estreno, una nueva xXx, franquicia que tuvo una secuela en 2005 protagonizada por el ex rapero Ice Cube.
En esta nueva entrega, los productores no quisieron deja absolutamente nada librado al azar y por eso encararon la historia desde el clásico punto de vista del renegado que termina ayudando al gobierno de su país por las malas. Claro que, a diferencia del papel de lobo solitario que había interpretado en la primera entrega, el Xander Cage de Diesel necesita un equipo de lo más variopinto que lo acompañe.
De esta manera, la película se convierte en una suerte de versión no oficial de Rápidos y Furiosos, que incluso toma la delantera al estrenarse antes que la nueva secuela de dicha franquicia.
El director es D.J. Caruso, un profesional salido del ámbito de a TV que suele realizar films por encargo como Soy el Número Cuatro y Control Total entre otras, y acá no desentona con sus trabajos anteriores: todop muy correcto, hasta ahí nomás.
Eso sí, el estudio le puso a Caruso todos los recursos a su disposición, y por eso el film tiene a los personajes de otras películas en cameos (no vamos a revelar nada sobre eso), hay cámaras para retratar la acción desde todos los ángulos posibles, chicas muy bellas y hasta la presencia de Neymar Jr. como un posible candidato a suceder a Diesel (¿?).
En definitiva, xXx es un film de acción, hecho y derecho, con muchas explosiones, tiros y bombas y que, a pesar de que no agrega absolutamente nada nuevo, es divertido de ver un sábado a la noche.