Bajo la dirección de Teresa Costantini llega a las salas de cine Yo soy así, Tita de Buenos Aires, basada en la vida de Tita Merello, una de las grandes figuras del tango y del cine argentinos.
A pesar de que Costantini muestra la mayoría de los acontecimientos por los que pasó Laura Ana Merello -mejor conocida como Tita Merello-, desde sus 17 hasta sus 51 años, la realidad es que hace demasiado énfasis en la relación que la cantante tuvo con Luis Sandrini. Si bien el amorío entre Tita y el actor es de público conocimiento, Merello fue mucho más que la simple amante del actor (interpretado por Damián de Santo), algo que, por momentos, la realizadora parece olvidar.
Una de los puntos más flojos del guion son los múltiples saltos temporales por los que atraviesa la trama. Muchos de los acontecimientos que vivió Tita no terminan de tener una explicación certera debido a los baches temporales. Los hechos se resuelven de una manera abrupta. Para aquellas personas que decidan ver la película sin tener idea alguna sobre quien fue Tita Merello, este film no les será de mucha ayuda.
Si bien muchos de los actores exageran demasiado sus personajes -y la elección de algunos para determinados papeles hace un poco de ruido-, Mercedes Funes se pone en cuerpo y alma en la piel de Tita Merello. Con una interpretación que emociona, la actriz hace justicia a la hora de traer nuevamente a la vida a la celebridad.
El vestuario, el maquillaje y el peinado son otros puntos a destacar del film. Todos esos elementos, juntos con la ambientación, logran que uno sienta que está viviendo en esa época. La película es estéticamente hermosa por donde se la mire.