Simón Spier (Nick Robinson) tiene un secreto… esa es la frase que mueve todos los hilos argumentales de la nueva película de Greg Berlanti (Life as We Know It, The Broken Hearts Club). Simón Spier tiene un secreto y todo su mundo puede caer, o al menos eso el cree…
Simón es un chico “normal” (es como él se describe en voz en off ante los espectadores), tiene amigos, una familia que lo apoya en todas sus decisiones pero el joven de 16 años tiene miedo de salir del closet, sí, el gran secreto de Simon es que es homosexual.
Un gran punto a favor que tiene esta película es que no trata al espectador como idiota y lo fuerza a bancarse el cuentito de que hay algo monumentalmente diferente entre el protagonista y nosotros, los espectadores. Simón aclara que es como cualquier otra persona no obstante su único problema es el temor, miedo a que su “puesto” en una escala social aceptada se venga abajo. Nadie sabe el secreto de Simón, pero por un mensaje desconocido en la red social privada de los alumnos de su escuela, Simón se da cuenta que hay alguien que siente igual que él. Love, Simon (título original) trata, sobre todas las cosas, del vínculo y posterior revelación de quién está detrás de los misterioso cibermensajes.
La película muestra cómo Simón poco a poco evalúa las posibilidades de sus “Enigmaticos candidatos”. En estas situaciones el film de Berlanti, que favorablemente trasmite simpatía hacia el personaje principal, sus amistades y familias, y que invoca el espíritu de John Hughes (the Breakfast Club, Pretty in Pink) con numerosos aires de coming-of-age, se transforma en algo embarazoso de ver: no sabemos quién le escribe a Simón y por momentos tememos que sea un pedófilo acosador el que lo haga y eso incomoda un poco; afortunadamente estas situaciones de un “posible” groming son limitadas y si bien logran trastabillar a la película, no la hunden por completo.
Con un excelente cast de jóvenes talentos – entre los grandes se encuentran Jennifer Garner y Josh Duhamel – la película se nutre constantemente con la química del conjunto en pantalla. Nick Robinson junto a Logan Miller (interpretando al bufón de la escuela, Martin) sostienen las mejores escenas de la película y sin dudas – si logran separar positivamente el camino de la fama con el descontrol – se convertirán en grandes estrellas; también acompañana muy bien Katherine Langford (13 reasons Why), Alexandra Shipp (X-men: Apocalypse) y, sorpresa, Tony Hale (Arrested Development).
Love, Simon es una película que muestra la vida de un joven gay mezclando la cultura pop actual; muestra los pros y contras de esta cultura pero por cuestiones de época la película no logra tener el impacto absoluto que busca. De todas formas se puede disfrutar como entretenimiento pasajero y tiene la distinción de poseer una simpática mirada diferente de las cosas sin llegar al factor shock o dramático innecesario que pueden poseer este tipo de películas. Valoración: Buena.