Una película puede demorar mucho tiempo hasta su estreno. La idea puede sufrir modificaciones o eventualidades que cambian o refuerzan el contenido inicial. Lo importante es conservar el germen con el que fue concebida. Alejandro Parysow, Pablo Marchetti y Carlos Perroti tuvieron una idea hace más de 10 años, presentaron el proyecto en el Concurso de Óperas Primas del INCAA, ganaron, y recién en el 2014 pudieron comenzar el rodaje para poder estrenar en el 2016. Una aventura que se refleja en Campaña Antiargentina a través de un falso reality documental. Leo J. (Juan Gil Navarro) es un famoso cantante pop que descubre, por medio de una herencia, que el linaje familiar, desde hace muchos años, combate a una conspiración que amenaza a la nación argentina. De esta forma, levanta una bandera para desenmascarar a la logia Cisneros y cumplir con el mandato familiar. El trío de amigos nos traen una cinta delirante desde donde se la mire. A partir de una historia ácida, buscan reflejar situaciones disparatadas que provoquen una mirada crítica sobre conductas sociales. El guion es efectivo en un principio pero pierde fuerza en la mitad. Tienen un personaje central que disminuye su contenido argumental pero seduce en lo situacional. Lo que demuestran es una construcción sólida en el protagonista para contar una paranoia, pero no es suficiente para la historia. El montaje de Parysow es uno de los aciertos de la película. La escena final está muy bien construida y deja al espectador en estado de shock. Juan Gil Navarro sostiene con versatilidad, y en sus hombros; un personaje delicioso hecho a su medida. Campaña Antiargentina pretende reconstruir una realidad desde el sarcasmo para reírnos de nosotros mismos.
El talento de Charly García es indiscutible. Desde chico tuvo una capacidad para tocar cualquier melodía en el piano. Supo construirse como ícono del rock y asumir riesgos en toda su vida. Su oído absoluto permite que tenga talento para tocar cualquier instrumento como para crear canciones que perduren en el tiempo. Alejando Chomski registra el proceso creativo de Charly durante una noche de 1994. La cámara es un personaje visible que deambula por todos lados. Los músicos ornamentan según las indicaciones de su líder. Sugieren y proponen, pero él sabe muy bien lo que quiere. La sutileza de los sonidos, o la espectacularidad en la composición de la letra, describe la ejecución de una canción que hoy en día sigue inédita: Existir sin vos. En el tradicional estudio de Fitz Roy, Charly despliega todo su talento en una zapada interminable. Reutiliza las cintas de cassette para grabar canciones nuevas en equipos analógicos. Los músicos pasean y aguardan las indicaciones de él. Vemos a María Gabriela Epumer grabando o leyendo en un sillón mientras todo toma forma. Esa noche, también acompañan Fernando Samalea, Fabián “Zorrito” Quintiero y Alejandro Medina. La noche transforma la velada en un momento íntimo. Existir sin vos. Una noche con Charly García es la muestra del talento maravilloso que nos regala Charly García con cada creación. La película permite entrar en una atmósfera donde aflora el talento, la magia es espontánea y todo fluye hacia un mismo lugar: la música.
El cine nacional cobija el nacimiento de una nueva película de género fantástico. El cineasta Fabián Forte presenta El muerto cuenta su historia con las actuaciones de Diego Gentile, Moro Anghileri, Damián Dreizik y Emilia Attias, entre otros. Ángel (Diego Gentile) es un publicista que cosifica a la mujer en su lugar de trabajo. Está casado con Lucila (Moro Anghileri), una mujer fuerte e independiente, con quien tiene una hija (Fiorela Duranda). Una cofradía de diosas celtas transforma su vida en un calvario donde debe vivir entre la vida y la muerte. El plan de las diosas es restaurar el mundo desterrando el poder del hombre. Ángel tendrá que decidir si aceptar la voluntad de ellas o redimirse junto a su familia. El muerto cuenta su historia es una película fantástica de humor negro. El tema central es la figura femenina dentro de un orden machista. Forte cuenta de manera particular una mirada masculina sin caer en la violencia física y cómo estas mujeres los ven a ellos. Recrea situaciones donde el protagonista abusa de su carácter de hombre y reduce a la mujer a ser un objeto. Cuando las diosas toman el poder de la historia, el director manifiesta una contracara que no es lejana a la anterior. El contrapunto es claro: la ley es pareja para todos. La posibilidad de narrar esta historia en un ámbito publicitario trae aciertos para exponer una realidad. La exposición que sufren las mujeres ante hombres que critican su figura, las seducen para que tengan trabajo, o simplemente son un medio para satisfacer un momento de placer. El humor negro que Forte expresa es un vehículo ingenioso para que el espectador identifique modos que son aceptados de manera tácita.Es valioso el desafío de contar una historia de estas características bajo un manto de fantasía. Podemos entender que la intención de Forte es agradar en lo audiovisual al espectador pero con un cuento sobre violencia de género. Los efectos especiales suman un atractivo a la película. Diego Gentile compone un personaje que conquista al público. Moro Anghileri demuestra plasticidad en la pantalla mientras que las apariciones de Emilia Attias son hipnóticas. Pipi Onetto impresiona como una madre tenebrosa y vengativa hasta con su hijo Eduardo (Damian Dreizik), encarnado por un actor que siempre logra personajes estupendos en cualquier historia. Fabián Forte logra entretener con un tema trascendente y particular que afecta a nuestra sociedad.