Spider-Man: de regreso a casa:
Un Hombre-Araña terrenal
Denise Pieniazek
6 julio, 2017
Luego de la presentación del nuevo Spider-Man como participante en la disputa interna de los Avengers en Capitán América: Guerra Civil (Captain America: Civil War, 2016) ha llegado el momento de su propia película dentro de esta gran saga que ha desplegado Marvel Comics en los últimos años. Si bien existen dos sagas previas del personaje del comic del Hombre-Araña (creado en 1962) en pantalla grande, -una compuesta por tres películas protagonizadas por Tobey Maguire (2002/2004/2007) y dos largometrajes cuyo protagonista era interpretado por Andrew Garfield (2012/2014)– Spider-Man: De Regreso a Casa (Spider-Man: Homecoming, 2017) al ser menos pretenciosa que las anteriores, resulta más inteligente y efectiva.
En Spider-Man: De Regreso a Casa el aún más joven y simpático Peter Parker (Tom Holland) rompe con los estereotipos, es decir que sabe ser nerd, tierno y “canchero” al mismo tiempo. Este será uno de los aciertos del filme, de igual modo la chica popular de la que él gusta ya no es una blanca pelirroja, sino que es una negra, asimismo su tía May no es ya una “ancianita” sino una sensual pero no exuberante Marisa Tomei, por citar algunos ejemplos.
Otro aspecto positivo de este nuevo relato del Hombre-Araña es saltearse la génesis del superhéroe. Ya todos sabemos que sus poderes provienen de la picadura de una araña y es inteligente saber ver que no es necesario volver a narrar dichos acontecimientos. En consecuencia, Spider-Man: De Regreso a Casa comienza en cierta forma in medias res, pero retoma en pocos minutos acontecimientos de Capitán América: Guerra Civil para situar al espectador distraído o refrescar la memoria. Aunque utilice dicha recapitulación, la elección de la misma es un recurso astuto porque en vez de repetir secuencias del otro largometraje, esta vez las muestra desde el punto de vista del “hombrecito-araña”, pues claro aquí él es el protagonista.
Con respecto a la estructura el filme, éste posee un prólogo que funciona como engranaje de Spider-Man: De Regreso a Casa con los otros filmes de The Advengers, para dar lugar posteriormente al típico relato dividido en tres actos. Es pertinente destacar que el universo cinematográfico de Marvel posee un trabajo minucioso en sus guiones al enlazar audazmente todas sus películas, tanto las de personajes individuales como las corales. En dicho prólogo se presenta al villano en cuestión, Adrian Toomes/Vulture (Buitre), un hombre que tras sentir la injusticia de la ruptura de un acuerdo laboral, continuará con la misma tarea pero de forma ilegal: traficará armas que poseen materia prima extraterrestre y por ende están dotadas de grandes poderes.
En dicho sentido, estamos una vez más ante uno de los aspectos más eficaces de la película, presentar un villano y un superhéroe de “carne y hueso”, ambos muy terrenales y verosímiles. El “malvado” en cuestión es interpretado por Michael Keaton, cuyo texto estrella tras haber representado a Batman (1989/1992) dos veces e interpretar a un actor que había encarnado Birdman y se había estancado en dicho personaje (Birdman, 2014) opera de forma significativa, resultando más que pertinente su elección dentro del elenco.
A diferencia de los villanos de las sagas anteriores de Spider-Man, quien se enfrenta al superhéroe en esta ocasión no es uno de sus antagónicos más conocidos, y dicha elección por lo mencionado anteriormente resulta más verosímil y consecuentemente hace más entretenido y dinámico todo el relato. A diferencia del comic original de 1963 donde el personaje de Vulture aparece por primera vez, en su versión cinematográfica el enemigo del hombre-araña es un humano sin poderes sobrenaturales depende de la máquina que él mismo opera y el efecto de buitre es otorgado por las alas de su artefacto como así también por su vestuario (la tela peluda de su campera remite a las plumas del ave).
Spider-Man: De Regreso a Casa presenta tanto un Peter Parker como un Hombre-Araña adolescentes, cuyos problemas existenciales no atraviesan la vida o la muerte, sino que son más triviales, generando seguramente mayor identificación con el público juvenil. El personaje compuesto por Tom Holland comienza como un antihéroe inteligente y torpe a la vez, que comprenderá que para usar un traje externo que opera como máscara -tanto literal como simbólicamente- primero debe conocer su potencial interior. En este recorrido es fundamental la presencia intermitente de Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) como una especie de tutor o mecenas, o incluso una figura paterna que funciona como guía. En consecuencia, aunque empiece como un antihéroe el protagonista quizás se convierta en un héroe anónimo.
Como siempre en las películas de Marvel tenemos el divertido cameo a su creador Stan Lee y varios gags entorno a otros personajes de dicho universo. En conclusión, Spider-Man: De Regreso a Casa es coherente y verosímil, y tan entretenida que nos dejará con muchas expectativas hasta la próxima aparición de este personaje. Para los ansiosos se supone que volveremos a ver al Hombre-Araña en Avengers: Infinity War (2018) y en la ya anunciada secuela del largometraje en cuestión cercana al 2019. En consecuencia, tendremos que esperar para ver si este Hombre-Araña seguirá con todas sus patas sobre la tierra o apuntará sus telarañas hacia el cielo.
Más Información:
Si van a verla al cine no se olviden de ver los dos extra como es característico del universo de Marvel Comics, uno de ellos al inicio de los créditos y otro al final de los títulos. Quien escribe les recomienda quedarse hasta lo último!
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