Las segundas oportunidades bien utilizadas Intouchables, la película original de esta adaptación hollywoodense, fue un fenómeno mundial en el cine. En Francia, lugar donde se realizó, llego a marcar un récord en taquilla convirtiéndose en la segunda película más exitosa de toda la historia de ese país, ya que la química que lograron tener los protagonistas François Cluzet y Omar Sy fue increíble y lograba vender bien la historia que se quería contar. Muchos cuando oímos que se venía otra remake de este film nos preguntamos “¿Para qué?”. Y digo otra porque en nuestro país en el año 2016 tuvimos nuestra propia remake de la película, llamada Inseparables. Una propuesta que era un calco en planos, guion y situaciones a la original, nada más que adaptada con el lunfardo argentino; una mala decisión y una mala película, dirigida por Marcos Carnevale y protagonizada por Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna. Pero Amigos inseparables (The Upside) se deja ver y disfrutar mucho debido a que fue una adaptación de la película original y la novela con otro estilo y tono en varios matices. Kevin Hart logra uno de sus mejores trabajos hasta ahora en su filmografía porque transita el género donde se siente cómodo que es la comedia y uno que no le es tan habitual que es el drama, e igualmente logra una gran actuación en las situaciones cruciales. Bryan Cranston nos entrega otro gran trabajo y lo mejor fue que pudo acoplarse muy bien al humor de Hart y crear así la tan esperada química entre ambos en pantalla. Repito, lo más atinado en esta remake fue que decidieron respetar la original pero bajo sus propias reglas y no ser una copia exacta de la fórmula ganadora. Por ejemplo una decisión acertada fue la de resaltar la ciudad de New York, ya que en la original el personaje de Phillip era un hombre rico viviendo en grandes casas lujosas estilo castillos europeos y en esta versión vive en un pent house de un lujoso edificio, bien del estilo de los millonarios estadounidenses. Lo que sí se debe señalar es que por momentos al querer cambiar o adentrarse más en algunos aspectos que la original no hacía, se va haciendo más ambiciosa y la duración se va extendiendo demasiado. Por momentos tal vez la sentirás un poco extensa y es entendible, pero al menos quisieron atar todos los cabos del guion. Amigos por siempre logra convertirse en un producto bueno, donde los que vieron la original podrán presenciar una propuesta renovada y los que no, disfrutarán de una película con buenas actuaciones y situaciones cómicas para pasar un rato agradable pero nada más. El mejor trabajo de Kevin Hart hasta la fecha. Su química con Cranston logra ser muy buena, en una remake renovada pero con el espíritu de la original.
Una amistad, una ciudad y mil recuerdos A lo largo de los años Hans Hurch fue creando una fuerte amistad con el director argentino Gastón Solnicki, ya que él había participado en su festival con la película Süden (2008) y que luego también llegaría con Papirosen (2011). Y debido a esta relación tan personal que ambos tenían, en Viena lo invitaron a realizarle un homenaje y de ahí nació Introduzione All’Oscuro. Con una duración concisa de 70 minutos, Solnicki nos hace partícipes de lo que era la rutina bohemia de Hurch. Los cafés, bares y lugares culturales al que el concurría (y que ocasionalmente también se robaba algo de cada sitio) nos hace ver el tipo de persona que era él y cómo pasaba sus días cuando no estaba al frente de la programación de su Festival de Cine. Un hombre sencillo, con una vida sencilla y gustos sencillos. Solnicki, marcado por ser un apasionado por el cine arte, nos desnuda una pieza cinematográfica narrada sobre la marcha sin ningún tipo de guion pero que nos quiere hacer resaltar otras cosas que también son importantes en una película. La música y los maravillosos planos de la bella Viena, es el hilo conductor de todo, ya que nos hace sentir que estamos caminando por esas calles empedradas de Europa. Una de las cuestiones técnicas más sobresalientes del film es la fotografía de Rui Poças (“abu, El Ornitólogo y Zama), que trae a la pantalla planos generales muy bien logrados donde crean un composición de imagen muy bella gracias también a la cinematográfica ciudad de Viena que pareciera que cualquier tipo de luz la hace ver como si fuese una pintura en movimiento. Un ensayo, un documental o un autorretrato de una persona la podrían definir algunos que la vean, pero es obvio que es un homenaje realizado por un verdadero amigo que en vez de resaltar la gran persona que supo ser el fallecido se encarga de reflejar lo más insignificante que tenía el alma de Hurch pero que en realidad era eso lo que lo hacia tan especial para aquel que tuvo el agrado de conocerlo al parecer. Introduzione All’Oscuro es un buen cierre al menos por ahora, a este cine marcado de Gaston Solnicki ya que su próximo proyecto Electrocute será filmada con un guion y con actores, algo que el director estaba ansioso por descubrir. Muy buen homenaje personal de Solnicki a su gran amigo Hans Hurch. Un buen viaje íntimo y personal a la figura del fallecido critico austriaco Hurch, por los bellos rincones de Viena y sus calles.
Reviviendo la nostalgia Bumblebee es el regreso de las películas de los Autobots al mundo del cine. Ahora bajo la dirección de Travis Knight (Kubo and the Two Strings) y con un reparto compuesto por la joven Hailee Steinfeld (True Grit), John Cena y Jorge Lendeborg Jr. La película se dispone como una precuela a todo lo sucedido en las cinco películas anteriores. Comienza de nuevo con una lucha entre los Decepticons y los Autobots, que luego de una orden de Optimus Prime (líder de los Autobots), Bumblebee es enviado malherido a la Tierra para poder esperar a que luego todo el equipo vuelva a reagruparse en ese lugar. Al llegar al planeta se encuentra en el año 1987 y conoce a Charlie (Steinfeld), una adolescente que lo ayudará a que se adapte a este nuevo mundo mientras unas tropas militares lideradas por el teniente Jack Burns (Cena) lo buscan por considerarlo una amenaza hostil. Al ir corriendo la primera mitad del film uno se va sorprendiendo un poco, sabiendo que fue a ver una película del mundo de los Transformers y que todos tenemos una idea de lo que son estas películas. Esto ocurre debido a que el director Travis Knight le dio una vuelta de 180° a la franquicia y le devolvió el valor del desarrollo de personajes, algo que se había perdido totalmente en las entregas que conocemos. Personajes descartables, saturación de colores pero con escenas de acción impactantes y espectaculares, era eso lo que representaba Michael Bay en las cinco películas en las que fue director. Ahora con este spin-off del más pequeño de los Autobots la trama nos presentó algo más cercano a películas como E.T, The Iron Giant o King Kong. Lo que sí supieron elegir también bien es el contexto donde fue narrado, dado que al elegir que sea una precuela pudieron explotar por completo a los años 80’s, una fórmula que últimamente fue saturada por películas y series. Y te lo tratan de dejar en claro en todo momento llenándote de referencias a la cultura pop y con hits musicales de The Smiths, Duran Duran, A-ha, etc. Pero volviendo al gran cambio de paradigma de esta película, fue el mencionado desarrollo de personajes y la relación humana que se creó entre Bumblebee y Charlie. Es que la personalidad de pureza e inocencia que tiene el Autobot, te compra y hasta podés llegar a sentir lástima por el en ciertos momentos. La relación con el personaje de Steinfeld es algo que lo vimos miles de veces en el cine, y no es para nada algo original ya a esta altura. También algo que no terminó de cuadrar muy bien en la película fue la figura de John Cena que termina siendo un villano de relleno que no llega a acomodarse bien al lugar donde iba la película y los Decepticons bueno… ya a todos nos quedó claro que son los malos a los que se los puede eliminar fácilmente. Bumblebee es una película que nos llamó la atención a la mayoría por el tono que se decidió utilizar ya que contrasta a lo que veníamos acostumbrados. Donde las escenas de acción son solo un componente que ayuda a la película pero que no es la atracción principal. La historia que se quiere contar sí que no resulta familiar, no es innovadora pero te deja un buen sabor de boca, y la mayoría seguramente lo disfrutarán. En resumen, Bumblebee es un viaje de nostalgia, y que logra contar satisfactoriamente una historia de vínculos de amistad y amor.