El director Sam Raimi lo ha hecho. Esta película tiene una vuelta de rosca a lo que venía haciendo Marvel. Es cierto, sigue siendo una película de superhéroes, pero los recursos que utiliza para contar la historia hacen logran algo nuevo. El primer acto de la película es lo más flojo, es cierto. Es una mezcla rara entre rápido y lento. Pero a partir del segundo acto hay un cambio de dinámica, la narrativa se mueve de manera mucho más natural, por así decirlo. Y ya para el tercer acto el relato fluye de forma dinámica. Sam Raimi utilizó todos sus recursos en post de narrar una historia a su estilo, tomando cosas del género del terror, construyendo diferentes escenarios, uno más catastrófico que el anterior. Hay que tomar en cuenta que sigue siendo una película Disney, por lo que todo tiene un límite, sin embargo, incluso así, sorprende la libertad que tuvieron el director y Michael Waldron, guionista de la película, a la hora de construir el relato. Algo curioso es que quien se lleva la película no es Benedict Cumberbatch sino Elizabeth Olsen. Si había hecho magia en WandaVision (y sí, es recomendable ver esta serie, no solo por la conexión con la película, sino porque es la mejor serie de Marvel hasta ahora, sobre todo por la magistral utilización de las sitcoms como recursos narrativos), en esta película sube dos o tres escalones. No vamos a decir que es para que sea considerada a un Oscar (sobre todo por lo conservadora que es la Academia), pero sí para empezar a prestar más atención a sus futuros (y pasados) proyectos. Su crecimiento ha sido desmesurado, prueba de ello es su mini serie Love and Death. Vale la aclaración, no es que Benedict no hace un gran trabajo, sino que Elizabeth es simplemente brillante. Más allá de la actuación de Lizzie, Benedict Cumberbatch es Benedict Cumberbatch, no se puede esperar menos de él. Así como Robert Downey Jr se “convirtió” en Tony Stark, Benedict se ha convertido en Steven Strange, ese es el nivel de representación que hoy dispone y maneja este gran actor (no es que estemos descubriendo la pólvora tampoco). El resto de las actuaciones son buenas, tener a Lizzie y a Benedict al lado hace difícil resaltar al resto, pero, en reglas generales, está muy bien. Otro punto a destacar es la banda de sonido, especialmente para una secuencia (que no vamos a describir para no spoilear a nadie). La misma en sí es simplemente magnífica, manejada solo con música, efectos especiales y una gran actuación de Benedict (insisto, cuando la vean van a saber a qué me refiero), es, quizá, uno de los mejores momentos de la película. El maquillaje es otro punto destacado, Steven Strange en modo zombie (no es spoiler, se ve en los trailers), es de otro nivel. Lo que no es remarcable son los efectos especiales, se llegan a contar nueve empresas que hicieron el trabajo de post producción, se nota que no terminaron de lograr lo que se quería, en varios momentos se nota. ¿Son molestos? Un poco. ¿Modifican o rompen con la película? No tanto, se puede seguir disfrutando de la misma. Pero hay que decirlo, es Disney, y esta empresa no debería tener estos problemas de post producción, no con todo lo que genera e invierte en este tipo de films. Consejo: vayan y disfruten de una buena película. Ni siquiera es necesario ver las películas anteriores para entender está, con haber visto Wandavision y los trailers de Spider-man No Way Home es más que suficiente. Y Doctor Strange en el multiverso de la locura (2022) aporta, de por sí, algo diferente a lo que son las películas de superhéroes: la magia.
Siete años separan los acontecimientos de Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald y está, su continuación. El contexto de la película se da en medio de las elecciones para elegir al nuevo jefe de la Confederación de la Magia, la cual une a todos los países mágicos del planeta para tener una mejor organización y subsistir junto al mundo muggle. Esto hace que haya personajes nuevos, los mismos jamás son presentados, ni tampoco sabemos, con exactitud, qué piensan. Por un lado, Vicencia Santos (María Fernanda Cadido) de Brasil, por otro lado, Liu Tao (Dave Wong) de China; ambos candidatos para Jefe de la Confederación de la Magia. Otro personaje es Anton Vogel (Oliver Masucci), el actual jefe de la confederación, proveniente de Alemania (por esto es que parte de los acontecimientos se dan en Berlín). Es difícil dar una reseña de esta película. A primera vista, viendo el elenco con el que cuenta, considerando que JK Rowling es una gran escritora, y que sus predecesoras fueron buenas historias – Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos mejor que Animales Fantásticos: los Crímenes de Grindelwald–, se esperaba que fuera una buena historia, con un desarrollo más amplio. Desde el vamos, quienes leyeron los libros saben que la historia entre Grindelwald y Dumbledore tenía mucha “tela para cortar”; ampliar el mundo mágico era, a priori, algo simple, aunque complejo. Si algo tiene de mágico la saga de Harry Potter es que, desde el comienzo, con la música te invita a entrar en ese mundo, y a través de la historia el espectador se pierde en ella. No podríamos decir que es el caso de esta película, incluso de esta saga precuela. Esto debería ser más una serie, mejor desarrollada. Incluso se podría jugar con los saltos temporales entre temporada y temporada. Haber pensado la historia como una serie no quiere decir que le baje el status ni mucho menos, series como Games of Thrones o Vikings son historias con excelentes producciones, y se pueden desarrollar mejor los personajes principales, así como los secundarios. En el caso de Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore (2022) la historia parecería ser el principal problema. La primera hora es lenta, sosa. No avanza, es un rejunte de acontecimientos que intentan hilar en un solo relato a todos los personajes, pero está forzado. Prácticamente, no cuenta nada nuevo. Y cuando más o menos empieza a elevarse, se desinfla con un final que le falta. De haber hecho una película junto a su antecesora, estaríamos hablando de otra cosa. Pero prácticamente cinco horas (entre ambas películas) para relatar hechos que están, de una u otra forma, conectados, parece exagerado. Hay subtramas que no están bien desarrolladas, acontecimientos que no son explicados, simplemente pasan. Lo que sí es para destacar es que, por primera vez, los “animales fantásticos” juegan un rol importante, no son solo los amigos de Newt, está vez lo ayudan en su aventura, lo cual se agradece. Además, hay que considerar que tiene buenas actuaciones. Eddie Redmayne es un excelente Newt, lo viene demostrando desde la primera película, en esta toma un rol más secundario, puesto que Albus Dumbledore cobra relevancia en la historia. Jude Law, por su parte, es un gran Albus Dumbledore, mucho más parecido a la construcción del personaje que hizo Michael Gambon que la que hizo Richard Harris en las dos primeras películas de Harry Potter (La piedra filosofal y La cámara secreta). Respecto a Mads Mikkelsen en su rol como Gellert Grindelwald, es un actor genial, pero hay algo que no termina de cerrar respecto a su construcción del personaje. Si es cierto que la química que se construye entre Albus y Gellert está presente, ¿podríamos haber tenido más de esto? Sí, y quizá en la próxima película lo tengamos.
Eternals (2021) es una película que presenta a diez personajes milenarios creados por Arishem, uno de los siete Celestials: seres que controlan la creación de la vida en el Universo. Como los Eternals, estos seres de la mitología de Marvel son eternos. ¿Es importante esta información? Trascendental, en realidad, para poder entender mejor la película, pero también para lo que va a venir en las nuevas películas de Marvel. Miles de años atrás, Arishem envió a diez Eternals a proteger a la raza humana de unos seres llamados Desviantes. En el transitar de la película, la directora Chloe Zhao (ganadora del Oscar por Nomadland) va narrando los diferentes acontecimientos en los cuales estuvieron presentes los Eternals a lo largo de nuestra historia, desde la Mesopotamia hasta nuestros días, al mismo tiempo que comienza a desarrollar los hechos que dan lugar a que estos personajes vuelvan a tener que pelear por defender la vida humana. El principal poder que tienen estos personajes es utilizar la energía cósmica, de diferente manera, según sus habilidades. Sersi (Gemma Chan) la utiliza como una hechicera, puede alterar las cosas y la composición de los organismos vivos; Ikaris (Richard Madden) puede proyectar ráfagas de energía desde sus ojos; Thena (Angelina Jolie) tiene la habilidad de las grandes guerreras y puede crear armas en base a la energía cósmica; Makkari (Lauren Riddlof) tiene la habilidad de correr a grandes velocidades, recorriendo extensas longitudes en pocos segundos, incluso en el Universo; Ajak (Salma Hayek) es la líder de los Eternals y la más sabia de todos, también tiene la capacidad de sanar, a ella misma y a los demás, en poco tiempo; Kingo (Kumail Nanjiani), puede manipular armas y tiene gran habilidad para luchar; Druig (Barry Keoghan), puede manipular la mente de las personas; Sprite (Lia McHugh) puede crear ilusiones en la mente de los demás; Phastos (Brian Tyree Henry) es quien puede crear y desarrollar tecnología, fue él quien ayudó a evolucionar, en materia tecnológica, a los humanos a lo largo de la historia; y Gilgamesh (Ma Dong-Seok), conoce varias artes marciales y es especialista en ellas. El film es narrado desde la mirada de Sersi, quien vive en Londres junto a Sprite. Es allí donde se cruza con el primer Desviante, aunque ahora los Desviantes no buscan atacar a los humanos, sino a los Eternals. Este enfrentamiento los lleva a buscar a los demás para investigar y derrotar nuevamente a estos seres. La historia es interesante, quizás el problema principal sea el guion. El hecho de que sean tantos personajes a presentar, cada uno con una existencia diferente; que, al mismo tiempo, se vaya contando su historia a lo largo de 7000 años. Mismo que se utilice como herramienta, para contar conflictos del pasado, al flashback hace que el ritmo de la película no fluya como debería. Es mucha información para el espectador. Y, aun así, la película no es mala, es entretenida y no se sienten pesadas las 2:40hs que dura. ¿Qué es lo que hace que la película sea buena? Ciertas preguntas filosóficas que se plantea, y con ello conflictos que llevan a la disolución del grupo por siglos. La forma en que se plantean estos debates acerca de qué es justo y qué no, cómo la técnica y la tecnología ha llevado a la humanidad a crecer, pero también a destruirse. Los cambios que van atravesando y cómo hacen que estos seres cambien de idea acerca de sí mismos, pero también acerca de la humanidad misma. Y este es, justamente, otro problema. Podrían haber ahondado con estos conflictos, pero se quedan a mitad de camino. Y si bien esta forma de relatar es nueva en el MCU, le falta un poco más. Aunque a su vez, es esto lo que pone un poco en crisis a Marvel: abre las puertas a nuevas formas hacer películas, al menos en el mundo Marvel. La fotografía de la película es preciosa, que la directora haya elegido escenarios reales la hace especial, cabe recalcar que es por esto que los efectos especiales no se ven tan bien como deberían, no es tan fácil realizar su edición. Sin embargo, son admirables ciertos planos, se nota la mano de Choe Zhao en esto. De las actuaciones hay que resaltar a Gemma Chan: lleva muy bien el personaje de Sersi y es su representación quién hace funcionar la película. Kumail Nanjiani, en el papel de Kingo, funciona bastante bien, aun cuando la película no está repleta del humor típico de Marvel. Angelina Jolie, por otro lado, se siente como que la diluyeron bastante, no es que actúa mal, sino que pareciera que hicieron todo lo posible para que ella y su personaje no se lleven todas las luces (que bien podría). Hay otras actuaciones que se esperaba más de ellas, como por ejemplo de Lia McHugh, quien quizás tenga más desarrollo de su personaje en futuros filmes. Hay dos aspectos a resaltar que son importantes. El primero es la interpretación de Lauren Riddlof en la piel de un personaje sordomudo, que se destaca por el uso de otra forma de comunicarse, poco usada en el cine por regla general. El segundo aspecto a resaltar es el personaje de Brian Tyree Henry. Phastos es homosexual y, con el tiempo, logra formar su familia. Esto ha vuelto controversial la película, porque afirman algunos, se ha forzado la inclusión. No lo parece, por el contrario, es de los reencuentros que mejor fluye en la historia. Es gratificante que se empiecen a tocar estos temas en películas de superhéroes, pero también en general. Y es necesario dar representaciones a todos. Como recomendación, si sos fan de las películas de Marvel, ir al cine, sentarse, dejar las ideas pre-establecidas en la puerta del cine y que la corriente los lleve. No vayan buscando la típica película porque no lo es. Quién va por primera vez a ver una película de Marvel, paciencia, hay mucha información. De nuevo, es una buena película, se esperaba más de ella (principalmente por su directora), pero no es mala en lo absoluto.