Spectre es un licuado de grandes escenas y pésimas ideas argumentales; excelentes actuaciones y conceptos a medio cocinar; grandes acrobacias y rebuscados hilos dramáticos. Hay una parte de mi que puja por ponerle 2 Connerys mientras que, por otro lado, siento que el filme me ha satisfecho mucho mas que Quantum of Solace. Quizás el problema sea que se trata de un armatoste sobreproducido que precisaba un argumento muchisimo mas pulido. Como quien dice, es un partido mediocre jugado por grandes jugadores, en donde el resultado es apenas pasable y dista mucho de lo memorable que debía ser.
Acá vamos a ir directo a la llaga, así que creo que nadie se morirá de un infarto si decimos que Christoph Waltz es Ernst Stavro Blofeld (hay un retorcido vericueto para llegar a semejante identidad). Para los tipos de menos de 25 años, el nombre no significará nada y para los veteranos como yo (que se vieron todas las de 007, desde Doctor No hasta la fecha), la movida se puede anticipar desde 100.000 kilómetros de distancia, especialmente cuando Waltz aparece en algunas fotos con trajecito de cuello Mao y dice que es el lider de Spectre. No es el secreto inviolable de, por ejemplo, El Juego de las Lágrimas. Por otro lado, es una movida que despierta un apetito feroz en los fanáticos de la franquicia. A final de cuentas Spectre quedó archivado en 1971 con Los Diamantes son Eternos (último filme de la era Connery), simplemente por una cuestión de derechos. A principios de los 60 Kevin McClory co-escribió un libreto para cine junto con Ian Fleming y allí aparecía Spectre - la super organización criminal capaz de jaquear al planeta entero con un par de bombas atómicas robadas -. Luego el script - como no enganchó a nadie para producirlo - terminó siendo archivado y años mas tarde Fleming decidió reciclarlo en forma de novela, dando a luz Operación Trueno. Al toque McClory le saltó a la yugular del inglés reclamando su participación en los derechos de la novela primero y, más tarde - cuando Broccoli y Saltzman decidieron rodarla - en los de la adaptación fílmica. De ese modo McClory se volvió el forzado co-productor de Thunderball y, ni bien terminó el rodaje y el estreno del filme, se lanzó de lleno a una sangrienta batalla judicial contra Broccoli, Saltzman y Fleming por los derechos sobre la franquicia. Si bien McClory es co-creador de Spectre, al tipo se le ocurrió que también era co-creador de James Bond aunque el personaje existiera desde hace rato y hubiera aparecido en unas cuantas novelas publicadas antes que se imprimiera Thunderball. Después de muchos años la cosa se zanjó con una decisión judicial salomónica, la cual decía que McClory era co propietario únicamente de Operación Trueno y del concepto de Spectre y que, por lo tanto, podía hacer todas las versiones que quisiese de esa historia - lo que derivó en el regreso de Sean Connery al personaje en Nunca Digas Nunca Jamás (1983), la cual es una remake no oficial de Thunderball -. Ello no bastó para el inquieto McClory, el cual siguió hinchando las petunias durante años hasta el punto de organizar una segunda remake de Thunderball y quedar a punto de contratar a un retirado Timothy Dalton a mediados de los años 90 (prácticamente sobre el inicio de la era Brosnan). Los estudios se encargaron de torpedear el proyecto negociando a escondidas de McClory un intercambio de derechos (la MGM cedió los de Spiderman a cambio de que la Sony le entregara los de Thunderball y se comprometiera a cancelar cualquier tipo de reclamo a futuro sobre la franquicia del agente secreto), y haciendo que el tipo reventara en su salsa. McClory se murió en el 2006 sin poder seguir adelante con sus remakes, y sus herederos prefirieron el camino fácil, vendiendo los derechos de Thunderball a la MGM en el 2013. De ese modo Spectre quedó legalmente bajo el mismo techo que 007, y la organización quedó en condiciones de reutilizarse después de haber pasado en estado durmiente las últimas 4 décadas.
Ciertamente la posibilidad de que Spectre fuera resucitada pasó por mi mente desde el momento en que mencionaron que Casino Royale era un reboot de la franquicia. Digo: si en aquel momento la saga de 007 parecía estar sintonizando la misma onda que el género de superhéroes - con un tono mucho mas oscuro a lo Batman Inicia -, existía una alta probabilidad de seguir con dicha mentalidad comiquera y considerar a los villanos clásicos de la franquicia (el doctor No, Goldfinger, etc) como némesis inmortales y recurrentes tal como pasa en el mundo de la historieta (o incluso partícipes de un universo cinemático compartido a lo Marvel). Si la primera aventura de Daniel Craig implicaba su ingreso en el cuerpo de agentes doble 00, ello significaba que nunca se cruzó como Emilio Largo o Ernst Stavro Blofeld, con lo cual se podían generar versiones remozadas o alternativas de dichos personajes - como el Khan de Star Trek: En la Oscuridad -. Y lo que parecía un pálpito se convirtió en una realidad palpable con el rodaje de Spectre, el cual es el primer film Bond con sabor clásico de la era Craig: regresa la secuencia de la mirilla del arma (gunbarrel) al principio del filme, la banda sonora intercala con frecuencia el tema clásico de Monty Norman, tenemos un villano mesiánico, un secuaz ultra letal, un montón de referencias / homenajes a filmes anteriores (desde locaciones como el hospital en los alpes austríacos donde trabaja Lea Seydoux - ¿quién no pensó en la guarida de Blofeld en OHMSS? - hasta peleas en el tren - Desde Rusia con Amor -, smokings clásicos cortados a lo Connery, autos plagados de gadgets, o un Rolls Royce que parece salido de Goldfinger), y el humor seco y mordaz que caracterizaba a 007. Ahora, la pregunta del millón es: ¿realmente la serie necesitaba volver a ese carril tan transitado y reciclado?. ¿No era mejor mantenerse frescos siguiendo a Jason Bourne o a la Mision Imposible de Tom Cruise?.
Si bien el bondizaje de Spectre satisface al fanático, por el otro lado tiene algo de decepcionante, la sensación de que no se puede escapar de los carriles tan fuertemente demarcados por la franquicia. Parte del problema son los libretistas (siempre Purvis & Wade metiendo la mano), que necesitan ser reemplazados por tipos con una visión mas iconoclasta. El otro punto es cómo meter a algo tan elefantiásico como Spectre - una organización acostumbrada a delirios épicos como robar cápsulas espaciales a los rusos o mandar a la estratósfera satélites plagados de cañones lasers - en el universo realista que la franquicia viene pisando desde Casino Royale. Suena algo desinflado que el plan ultramaestro de Spectre sea hackear información de un sistema de vigilancia a escala global - una idea robada de Capitan America: El Soldado de Invierno -; por otra parte, parece forzado que el villano haya bombardeado medio mundo para producir un estado de terror tal que culmine en una alianza de las agencias de seguridad para formar dicho sistema de supervigilancia (era mucho mas estremecedor este mismo argumento, pero como lo manejaban en Misión Imposible: Nación Secreta). Ni siquiera se explica por qué estos tipos fueron a armar su sistema paralelo en el medio del desierto del Sahara (alerta spoilers) el cual es absurdamente destruido con un par de balazos a las cañerías de gas de la instalación. ¿Era un centro de computos o una estación de bombeo de Gas del Estado?¿Para qué querrían tener tanto gas acumulado? ¿Porque en el desierto hace mucho frío en invierno?. (fin de spoilers).
oferta software de sueldos
Pero si las motivaciones de Spectre son bastante sosas, esperen a ver el culebrón que armaron los guionistas para darle algún tipo de motivo personal al villano de marras. En un ataque de ridiculez han decidido hacer que Bond y Blofeld sean medio hermanos. Sí, como Austin Powers y el Dr. Evil (Dios santo... ¿no se les ocurrió otra cosa mejor?). Resulta que el padre de Oberhauser / Blofeld se encargó de un adolescente Bond cuando éste perdió a sus padres en un accidente de ski hace años. Después al alemanote le agarraron celos, se piró, agarró su gatito blanco, liquidó a su viejo y cargó toda su bronca personal contra 007, tal como le pasaba al personaje de Mike Myers. Ciertamente es de admirar que Christoph Waltz salga a flote con alguna de las líneas ridiculas que le reserva el libreto, en donde se recarga con un resentimiento estúpido y absurdo. ¿Cómo el hijo de un entrenador de ski pudo crear semejante megaemporio del espionaje sin que nadie se enterara en todas estas décadas?. ¿Ganó el dinero en la lotería y se puso una agencia internacional de extorsión?.
Si la organización es floja y el villano está mal perfilado, esperen a ver lo mal compaginado que está el final. (alerta spoiler) Está fragmentado y carece de punch literalmente. Volvemos al absurdo de las organizaciones malvadas multitudinarias en donde el villano de turno termina haciendo las cosas en persona; o que las balas de una misera Walther PPK de escaso calibre funcionen como misiles tierra aire y derriben a una aeronave en pleno vuelo, o que el tipo - que puede irse a Mozambique si enfila el helicóptero por cualquier avenida - prefiera ir por el río para que lo baleen a gusto y piacere desde una lancha. Ni que hablar de que el asesino frio e impersonal se vuelva piadoso a ultimo momento - ah, sí: tenemos que mantener vivo a un personaje importante e interesante, tal como sacrílegamente hacía Joss Whedon en Serenity -. Los cinco minutos finales de Spectre bordean lo indignante (fin spoilers).
ofertas software para estudios contables
Aún con todo el veneno destilado en las líneas previas, me animaría a recomendar Spectre. El manejo de cámaras - sobre todo en la escena inicial del Dia de los Muertos, en donde hay una toma única e imposible - es formidable. Craig sigue siendo un Bond soberbio pero ahora tiene mas humor y cinismo, muy a lo Connery. Los secundarios del Mi6 - Moneypenny, M, Q - realmente son muy buenos. Lea Seydoux es adorable y carismática, y tiene mucho sparring verbal con Craig, el cual es de alto vuelo (¿por qué no escribieron el resto del filme así?). Waltz empieza siendo Waltz - afable, descontracturado, casi payasesco - pero después da un par de giros que le dan algo de estatura y oscuridad (igual no es un gran villano, y debe ser de los Blofelds mas flojos de la saga pero al menos zafa), y lo mejor del filme debe ser Dave Bautista. Es frio, expeditivo, brutal, pero estremecedoramente calmo. Hay un chisporroteo casi cómico con Bond que me hace acordar a la química que tenía Roger Moore con Richard "Jaws" Kiel. Y definitivamente la pelea en el tren es de las mejores escenas de la totalidad de la franquicia (aun cuando carezca de originalidad).
Spectre es un Bond tan espectacular como desprolijo. El viaje es muy entretenido, pero el argumento es mediocre. El script tiene problemas de tono y las soluciones aplicadas dejan mucho que desear. Mi veredicto final sería un 3.5 pero, como carezco de puntajes intermedios (y porque no me gusta lo que hicieron con Blofeld, aparte del climax), prefiero quitarle medio punto. Ok: divierte mucho, los personajes tienen su chispa, hay buenos actores y muy buena acción, lástima que al libreto le falten un par de horneadas.