Ladrones y ladronzuelos.
Con una rápida y eficaz presentación de personajes y conflictos desde el inicio mismo del filme, la trama se desarrolla con fluidez, sin mayores tropiezos. Así, un banco cuyo personal está en la cuerda floja debido a la crisis es tomado por asalto durante una lluviosa mañana. El grupo de delincuentes es liderado por "el uruguayo", un tipo de buen hablar, centrado y con un propósito claro. Una vez controlados los rehenes, la banda se dedica vaciar las cajas de seguridad mientras uno de sus miembros,"el gallego", se asegura de que la vía de escape esté en condiciones. Pero hay un problema con el que no contaban: la lluvia. Ante lo inesperado suge otro conflicto. Al parecer "el uruguayo" tiene un propósito extra en el banco, algo que el resto de la banda no sabe, un "encargo" muy especial que vincula el golpe con el mundo de la política.El guión de Guerricaechevarría -habitual colaborador de Álex de la Iglesia- desarrolla una buena trama de idas y vueltas entre ladrones declarados con máscaras y ladrones de traje disfrazados de servidores públicos. Aún cuando el relato tiene un par de giros poco verosímiles, gana por síntesis y momentos divertidos. "100 Años de Perdón" ostenta un buen trabajo actoral en general y una dirección de Calparsoro correcta, sin tomar riesgos.