Mentiras, secretos, ladrones y todos los elementos necesarios para una película sobre robo de bancos.
Las películas de atracos o robos de banco deberían ser un genero aparte. Por el paso de los años nos hemos deleitado con grandes películas que tocan este mismo tema, pero que sin embargo cada caso logra tener su encanto y su personalidad propia. Por mas que algunos elementos se repitan en todos los casos, como por ejemplo las mascaras, el plan, el conflicto interno en el grupo de ladrones y la latente traición de alguien en el grupo, hay un encanto inigualable en ver que traen los actores a la mesa a la hora de una nueva película que trate sobre el asalto a un banco.100 Años de Perdón comienza como tiene que comenzar una película del “genero, con un asalto a un banco el Barcelona, que parece ser mas fácil de lo que finalmente va a ser. Con el grupo de ladrones al cargo de El Uruguayo (Rodrigo de la Serna) y El Gallego (Luis Tosar), entraran a vaciar las cajas fuertes de un establecimiento, sin esperar que las cosas pronto se complicarían de maneras que van llevarlos a tener que tomar las medidas mas extremas. Los secretos, las traiciones y las mentiras surgirán entre el grupo, al mismo tiempo que los problemas harán que tengan que pensar fuera de su plan original.El filme es dirigido por Daniel Calparsoro, un director español conocido por películas como “Guerreros” y “Salto al Vacío”. En su labor logro en conseguir una película que es muy solida visualmente y muestra tener una muy buena narrativa de este lado. Si bien la película no intenta salir mas allá de ciertas casillas de calidad, el nivel de producción y de trabajo puesto en la misma se nota a kilómetros de distancia. Desde lo visual, hasta el uso del sonido son muy solidos y se borra la línea ente una de esas producciones de Hollywood de presupuesto medio y lo que se ve en esta película.Las actuaciones de Tosal y De la Serna son fuertes durante la duración de la película, ambos amplían a través de la trama muy bien a su personaje. Muestran distintas caras, sus motivaciones y logran mantener al publico entretenido, ya sea en sus momentos mas serios como en los momentos que se hacen chistes. Y esto es algo que se repite constantemente. Uno de los recursos mas usados entre los personajes es que haya una chispa de comedia en la interacción de alguno de los personajes. Por lo general el personaje de Rodrigo de la Serna mostrara cierta astucia con las palabras y cierto descaro a las situaciones, pero se vera complementado con el personaje de Joaquín Furriel (El Loco) y de Luciano Cáceres (Varela), que harán constantemente un ping pong de comedia a partir de la segunda mitad de la película. Si bien estas situaciones logran hacer reír al publico, en algunos momentos se convierten en un recurso muy usado, especialmente cuando Furriel sufre cierta sobreactuación en muchos momentos, haciendo que su actuación en momentos parezca bastante floja.En cuanto al guión y la trama, se utilizan elementos ya conocidos, pero logra salvar a la película de convertirse en algo repetitivo y ya visto. Principalmente lo que salva los puntos mas flojos y aburridos de la trama es la buena química que tienen los protagonistas entre si. Fuera de la parte de los ladrones la película tiende a perder peso y al mismo tiempo calidad. Algunas cosas de la trama parecen puestas ahí solo para servir el propósito de seguir adelante y como construcción necesaria para la trama y no por que realmente sea algo que la enriquezca.Finalmente la lluvia constante, los pasos de comedia y la trama un poco borrosa pero solida a fin de cuentas hacen que “100 años de perdón” sea una de esas películas perfectas para ver en el cable en una tarde de domingo.