ACEPTARSE PARA CRECER "La historia narra el clásico viaje de autodescubrimiento y madurez, sin perder de vista su objetivo, con un mensaje claro, el de reconocer y asumir, aquello que nos hace diferentes. No obstante, al encontrarnos frente a una animación de aventura, dirigida al público infantil, tiene asegurado el disfrute de toda la familia." 100% Wolf, 2020 Freddy Lupin pertenece a una orgullosa familia de hombres lobo. Confiado de que pronto se convertirá en un hombre lobo de los más temidos, Freddy se queda sorprendido cuando descubre que no es todo lo feroz que esperaba. El Estudio Australiano Flying Bark Productions, ofrece una agradable animación 3D. Desde lo técnico y lo estético. Con un buen diseño visual de personajes, escenarios y fondos. Es quizás en el guion donde el film, no se destaca, por la previsibilidad del relato y falta de tridimensionalidad, en la construcción de los personajes. Sin embargo la película, entretiene a lo largo de sus 85 minutos. "Cuando pensamos en cine de animación infantil, la exclusividad parece recaer en Pixar Animation Studios. Afortunadamente, el abanico se abrió, ofreciendo diversidad y resultando muy gratificante encontrarnos con nuevas opciones, que nos regalen una película como 100% Lobo." CLASIFICACIÓN: 7/10
Freddy Lupin es un joven con una familia diferente: humanos de día viviendo en una espectacular mansión, y lobos al anochecer. El adolescente sueña con su cumpleaños número 14 porque será el día de su transformación definitiva. Por fin será fuerte y valiente como su padre Flasheart, jefe de la manada. Lo esperado no sucede de manera satisfactoria porque en vez de lobo, se transforma en un perro caniche con pelo rosa, con lo cual deberá probar en el transcurso de la historia que él también es digno de pertenecer a la familia de lobos. Tiene una desventaja: poco tiempo: sólo hasta la próxima salida de la luna. El villano es Hotspur, tío del protagonista, y sus hijos Harriet y Chariot, quienes intentarán por todos los medios que fracase. También hay otro personaje, el vendedor de helados Foxwell Cripp, quien entorpece sus planes al quedarse con el anillo lunar que pertenece a sus ancestros y que Freddy intenta rescatar. Pero no todo es malo, ya que conoce a Batty, una perrita callejera, que desde cachorrita tuvo que valerse por sí misma y que lo ayudará a enfrentar todos los obstáculos. El director Alexs Stadermann ahonda en éste film de origen australiano que proviene del libro de Jane Lyons, en temas como el compañerismo y la aceptación de lo diferente. La animación no es pretenciosa, posee colores vibrantes y es atractiva. Por otro lado, el guion no es muy original ya que por momentos, me remitió a "El Rey León" pero es simple y entretiene. Las alegres canciones suman. 100% Wolf es un "coming of age" que deja un buen mensaje para grandes y chicos. Mi Opinión: Buena. TITULO: 100% Lobo TITULO ORIGINAL: 100% Wolf DIRECCIÓN: Alexs Stadermann. VOCES ORIGINALES: Jane Lynch, Jai Courtney. GUION: Fin Edquist. FOTOGRAFIA: Heidy Villafane. MÚSICA: Ash Gibson Greig. GENERO: Animación . ORIGEN: Belgica, Australia. DURACION: 95 Minutos CALIFICACION: Apta todo público DISTRIBUIDORA: BF + Paris Films FORMATOS: 2D. ESTRENO: 15 de Abril de 2021 ESTRENO EN USA: 01 de Diciembre de 2020
Hace rato la animación no proviene sólo de los estudios Disney, ni siquiera solamente de otras firmas hollywoodenses. Uno de los que demostró esto fue Alexs Stadermann con su original éxito “La abeja maya”, que se vio en todo el mundo. Ahora Stadermann presenta desde Australia y Bélgica una historia que le debe un poco a los monstruos de “Hotel Transylvania”, ya que “100% Lobo” cuenta la historia del ultimo descendiente de una larga estirpe de hombres lobo. Sólo que Freddy Lupin, el protagonista, sólo logra una metamorfosis decepcionante cuando al cumplir 14 años su capacidad de convertirse en licántropo apenas llega al nivel de perrito faldero, lo que genera un conflicto con su familia y lo lleva a deambular por las calles huyendo de la perrera junto con otros perritos. El film parte de una premisa divertida y la logra mantener con gags razonablemente eficaces, aptos tanto para niños como para sus acompañantes adultos. En cambio los diseños de los personajes humanos son menos interesantes, aunque la técnica de animación digital tiene atractivos coloridos.
Una animación que llega desde Australia El experimentado realizador de animación Alexs Stadermann bucea en el mundo de los licántropos, imaginando que sucedería en una casta en la que la ambición podría afectar el destino de la humanidad. Al comienzo de la propuesta todo es confusión, hay un niño llamado Freddy que corre desesperadamente mientras gigantescos lobos acechan una ciudad en donde la noche es el momento ideal para cometer atrocidades. Pero rápidamente sabremos luego, que ese niño, pequeño, indefenso, es el heredero a ocupar el lugar de líder de manada de lobos que debe esconderse de los malignos intereses de un grupo de desafortunados miembros y que sólo quiere controlar el mundo. Cuando, inesperadamente, su padre muere (hay mucho de El Rey León en la aventura) y él continúa aguardando tener la edad suficiente para transformarse en lobo, nada lo haría suponer que su destino estaría controlado por uno de sus malvados tíos, el que, en la ambición de ser el alfa, lo engañará para obtener un elemento clave en la vida de todos, un anillo que permite controlar el destino de los lobos. Así, 100% Lobo (2020), avanza en la construcción de estereotipos para reforzar la clásica fábula en donde aquello que se anhela con gran expectativa, podría convertirse en un doloroso presente en donde las pérdidas y la soledad pueden ser el peor consejero. Pero esta es una película familiar, que sabe que con el humor la tragedia puede relajar sus mecanismos narrativos, y así, más allá de la maldad encarnada en las amenazas intra y extra familiares, se decide optar por una exageración de las características del protagonista, complicándole aún más su difícil existencia. Así, en el esperado momento de alcanzar la edad suficiente para recibir su legado de lobo, en vez de transformarlo en el animal que a la luna llena despliega sus habilidades, lo convierte en un simpático perro que deberá encontrar el anillo que transforma a hombres en lobos para encontrar su verdadero destino. Y así, dejándolo a la deriva, con el acompañamiento de Batty, conocida también como Houdini, por su habilidad para escapar del control canino, deberá asumir una doble tarea, la de, por un lado encontrar el anillo para transformarse en lobo y así recuperar el lugar en su familia, lejos de los inescrupulosos planes de su siniestro tío, y, por el otro, comprender que con el trabajo en equipo, amistad y esfuerzo, podrá resolver un presente conflictuado. Basada en la serie de libros de Jayne Lyons, y de la que también, y con los mismos personajes, se ha hecho una serie animada, 100% Lobo, cumple con las dosis necesarias con las que sus premisas de aventura y misterio comienzan la película. Una animación simple, personajes con trazos gráficos firmes y potentes, disponen del relato cuya fábula final va acumulando durante el largometraje la potencia de una historia imaginada para los más pequeños que puede resultar como un entretenimiento ideal para la familia entera.
“100% lobo” de Alexs Stadermann. Crítica. Entre perros y lobos. Ricardo De Luca Hace 20 horas 0 25 El cuarto largometraje de animación del director australiano Alexs Stadermann, basado en el libro homónimo de Jayne Lyons del año 2008, tendrá su estreno en cines el jueves 15 de abril. Freddy Lupin es el heredero de una presuntuosa estirpe familiar de hombres lobos. Un pequeño, todavía en su forma humana, que espera con ansias su cumpleaños número 13 y la tan anhelada transformación. El niño sueña con ser como su padre: Flashheart una especie de lobo Superhéroe, líder de una manada que recorre la ciudad protegiendo y cuidando a los ciudadanos de algún peligro inminente. De esta manera, se muestra a los “Superlobos” saltar entre los techos de las casas para arribar al rescate de personas en apuros, así también como haciendo el ingreso a un edificio en llamas para salvar vidas en riesgo. Por otra parte, en esta historia, los perros son férreos enemigos de los lobos y a su vez los principales protagonistas en la fuerza motriz que desencadena la trama, luego de la fallida transformación de Freddy, que en vez de convertirse en un lobo feroz, se transforma en un tierno Caniche blanco, ocasionando la decepción e indiferencia de algunos integrantes de la familia. El desencanto familiar, lleva a Freddy a luchar por su verdadera identidad, uniéndose a un grupo de perros callejeros que terminaran por convertirse en sus amigos, para enfrentar a los villanos de turno. En este sentido, la película busca conferir al espectador un mensaje sobre la importancia de la amistad y la aceptación. Bajo una construcción narrativa típica y colmada de clichés que llevan a rememorar diferentes films infantiles, a pesar de innovar en una aventura de lobos, pocas veces vista en la animación. “100% lobo” se destaca por su gran trabajo de arte visual, tanto en la creación de los personajes, como en la elaboración precisa y detallada de los escenarios. Sin embargo, se debilita en el desarrollo de un argumento simple y previsible, en donde el conflicto central de la trama no consigue impactar, recayendo su flojo relato en una serie de subtramas que se abren intentando elevar una historia que navega uniforme y no logra atrapar ni sorprender.
Inicio/Critica/100 % Lobo. Crítica. AnimacionCineCriticaEstrenosInternacional 100 % Lobo. Crítica. Película australiana de animación dirigida por Alexs Stadermann. Nito Marsiglio Hace 19 horas 0 9 El director se sumerge en el mundo de los licántropos para contar una historia que habla mucho de valores que están muy presentes en estos momentos como ser el de la inclusión. Por Nito Marsiglio. La presentación con los títulos, dado la estética utilizada, es de noche, la musicalización es algo atemorizante y se escuchan aullidos de lobos; ya va generando un clima que se asemeja a un film de terror. Continúa con un niño corriendo, parece asustado, y por las terrazas se ven a unos feroces lobos que dan la sensación de que lo persiguen. El niño lleva un anillo que por momentos brilla como si estuviera dotado de algún tipo de magia. El niño avanza escondiéndose y agitado, mientras los lobos continúan acercándose a toda carrera por los techos de las viviendas. Se escucha el grito de una mujer y aparece un plano general de un edificio en llamas. El más fornido y de aspecto temible de los lobos les habla al grupo y los organiza, entran al edificio salvando a la mujer, que ya estaba desmayada, de las llamas. Ahí aparece el niño muy alegre y se dirige al jefe de los lobos como si fuera su padre. Con este notable comienzo, que logra desorientar al espectador, Alexs Stadermann presenta a algunos de los personajes que serán el centro del relato de la historia y a la vez deja ya vislumbrarse el conflicto entre el jefe de la manada y su hermano. En esa parte hay tal vez un paralelo con “El rey león”. Freddy Lupin, el niño mencionado, es el hijo y heredero de una noble familia que en la noche de luna se convierten en hombres lobos y tienen como objetivo ayudar a los humanos, pero sin que ellos sepan de su existencia. A Freddy le faltan 6 años para tener la iniciación y convertirse en un gran licántropo aullador que en el futuro dirija a la manada. Pero esa misma noche en un accidente muere el padre de Freddy y su tío toma el control de la familia hasta que este tenga la edad para la transformación y tomar el lugar de su padre. Ese día llega, o más bien esa noche de luna llena, allí están todos los licántropos reunidos en la gran mansión con el fin de presenciar el proceso de conversión del joven heredero. Freddy está en el centro de la sala de ceremonias rodeado de todas las personas que componen esa extraña comunidad. El ama de llaves activa un dispositivo que hace que se corra una porción del techo de la sala y deja entrar los rayos de la luna llena. Los distintos miembros de la comunidad van pasando por el rayo y se van convirtiendo en hombres lobo y todos quedan esperando el momento de Freddy. Este ingresa al haz de luz y comienza a tener convulsiones, se ve una explosión y al despejarse el humo donde estaba Freddy hay un pequeño perro Poodle blanco con un mechón rosa. El guion si bien tiene momentos que decae un poco, logra mantener la atención, pero lo fundamental es el trasfondo de este ya que se refiere a valores como: la búsqueda de la identidad, la amistad, la inclusión y el rechazo a la ambición desmedida. Con una animación muy bien lograda Stadermann logra una obra que a la vez de entretener es portadora de mensajes muy en sintonía con los actuales debates. Puntaje: 75.
Es un film de animación que viene de Australia, donde la historia de una raza de licántropos es una saga que pertenece a Jayne Lyons. Los estudios Flying Bark Produccions junto a un animador tan experimentado en Disney como Alexs Staderman, nos dan un film entretenido, con mucha aventura y varias lecturas políticamente correctas sobre la integración y los prejuicios, mas algún “homenaje” al rey Leon en cuanto a traiciones familiares se trata. Aquí muestra que los hombres lobos en su fase animal son grandes héroes que ayudan a la comunidad, pero tienen como enemigos a los perros. Un niño ansioso por llegar a su destino de licántropo, en un momento en que su padre desaparece, llega la edad del rito de la luna llena, pero en vez de transformarse en el nuevo líder de la manada queda convertido en un perrito de cabellera roja, un poodle, lo que conocernos como un caniche. Despreciado por los suyos, víctima de una venganza, conocerá a un grupo de perros callejeros con quienes derribará odios ancestrales y malos entendidos para enfrentar a los villanos retorcidos. Especialmente a una mujer que recuerda a Cruella De Vil. El resultado es una vistosa aventura recomendada para los más chiquitos.
EL PERRO QUE LE AÚLLA A LA LUNA Basada en la novela homónima de Jayne Lyon (la primera de una saga bastante popular en Australia), 100% lobo cuenta la historia de Freddy Lupin, el hijo del jefe de una manada de hombres lobo. Luego de la muerte de su padre, con una implicación shakesperiana de su tío que inevitablemente recuerda a El rey león, Freddy queda huérfano y relegado. Su única esperanza reside en convertirse en un gran lobo a la altura de su progenitor; un líder capaz de guiar a los suyos en las tareas de rescate que realizan durante las noches de luna llena. Pero llegado el momento, las cosas se complican: su tío, el jefe desde la muerte de su hermano, no parece dispuesto a dejar que Freddy ocupe su lugar. Y para peor, algo ocurre el día de la transformación, y en vez del lobo resplandeciente que todos esperaban, Freddy se convierte en un simpático perrito poodle. La película dirigida por Alexs Stadermann es un relato clásico sobre la búsqueda de la propia identidad y sobre aceptar al otro, y en un segundo plano intenta ser también una historia sobre padres e hijos. Desconozco los antecedentes del cine animado que viene de Australia, aunque por lo que pude investigar no parece ser un género demasiado recurrente. 100% lobo suple esa falta de tradición tomando el molde norteamericano más convencional, y durante buena parte las cosas funcionan bastante bien. Ya convertido en poodle, Freddy se lanza a la búsqueda de un anillo que pertenece a su familia, y eso lo lleva a aliarse con una perrita callejera llamada Luna. De acuerdo a la historia, los hombres lobo y los perros mantienen una enemistad declarada, y en el choque de esos mundos la película encuentra una manera muy divertida de hablar, si se quiere, de los prejuicios y las diferencias de clase. Y también, de las características que componen la esencia de un perro, lo que le sirve a Stadermann para desplegar un imaginario callejero pintoresco pero discreto, lejos del bombardeo visual que podría esperarse (lo que quizás pueda no resultar muy atractivo para el público al que apunta). Si 100% lobo no termina de convencer, a pesar de tener ritmo y timing para entremezclar la aventura con el humor, es fundamentalmente por dos decisiones. La primera es la cantidad de villanos y la manera en la que sus roles están ejecutados. Por un lado, la subtrama del heladero (que es un personaje con cierta complejidad) nunca logra meterse del todo en la trama principal, y cuando aparece es como un estorbo; y por el otro el tío, en plan Scar descafeinado, que es una amenaza enunciada pero no realmente latente. Si le sumamos a los oficiales de la perrera y a la encargada, una suerte de Cruella de Vil desapasionada, los malos de la película se convierten en un grupo blando e inestable, incapaces de presentar un desafío digno. La segunda decisión tiene que ver con un giro cerca del final (el plot twist, para no quedar viejos) relacionado con el padre de Freddy, que derriba lo que venía construyendo y se siente tramposo. Como si la historia no se atreviera a aceptar las cosas que son absolutas, que no se pueden cambiar, y que por eso mismo son tan impactantes, transformadoras y establecen un legado. Lo sabe Simba, lo sabe Arlo, y lo sé yo. Por lo demás, e incluso con un final complaciente para buenos y malos, la película es una propuesta bastante competente, y el pequeño poodle aúlla como el lobo más feroz.
La lucha voluntarista del cine de animación que no hacen los grandes estudios de Hollywood pero intenta copiarlos tiene aquí otro exponente irrelevante y mediocre. Freddy es el joven heredero de una manada de hombres lobo buenos cuyos únicos enemigos son los perros. Cuando intenta seguir a su familia durante una patrulla nocturna utilizando una Piedra Lunar mágica, termina convirtiéndose en un caniche, víctima de la burla de unos niños que lo tiñen y lo convierten en una ridícula mascota perruna y no en un poderoso lobo. Solo y perdido, encontrará inesperados aliados en los perros callejeros. Inesperado para él, porque se trata del lugar común más visitado de todo el cine de animación con protagonistas animales. Todo es irrelevante y de segunda línea. Fácil de comprar para la distribución internacional y tal vez del agrado de algún niño que ya de chico tiene poca exigencia como espectador. Solo un par de gags subidos de tono y algo pesados le dan identidad a esta película sin importancia.