¡Todo lo alcanzarás, solemne loco, Siempre que lo permita tu estatura! Decía uno de los viejos poemas de Pedro Bonifacio Palacios (más conocido como Almafuerte) y es una frase que se puede pensar hasta para ver un partido de fútbol, pero hoy toca aplicarla al señor Steve McQueen y a su obra por el motivo del estreno de su última película, 12 Años de Esclavitud, a la que le dedicaremos las próximas líneas.
¿Cuál es la estatura de McQueen como director? ¿La pétrea, inmóvil y sin vitalidad Hunger o la gélida y vergonzosa Shame (calificar a Shame de vergonzosa no es jugar con las palabras ni adjetivar, cuando Michael Fassbender llora mientras coge la vergüenza ajena se apodera de cualquier ser humano con sentido común)? A priori parece una estatura bastante corta, y volviendo a la frase de Almafuerte y desarmándola, más cercano a lo solemne que a lo loco. No hay mejoras a la vista en 12 Años de Esclavitud, por el contrario, las pocas virtudes de sus anteriores películas se desvanecen y el esperpento crece en grosor y el relato se convierte esquemáticamente zonzo y televisivo...