Pare de Sufrir
Hace unos años el Oscar se lo llevó ese disparate prediseñado llamado "¿Quieres ser millonario?" (2009, Danny Boyle) que era la mejor forma de catalogar como "El cine-deleznable", esta vez el director Steve MacQueen la emparda. Oscar y crudeza grosera van de la mano.
La historia dramática y sufriente de Solomon Northup que a mediados del siglo XIX, pasa de ser un hombre negro libre que vivía en un estado del Norte junto a su familia, pero que mediante engaños fue secuestrado y vendido a tratantes de esclavos que a su vez lo subastaron en un estado esclavista del Sur, donde irán transcurriendo los 12 años a los que se refiere el título.
La propuesta tiene todos los recursos, vicios y trampas posible, donde un argumento cargado de vejaciones, torturas, golpes bajos, maniqueísmo (los negros son todos buenossssss, los blancos son malisssssimooosssss!), todo un "Tutti frutti" que resulta harto redundante, similar a un folletín o telenovela mejicana donde ya se marca de entrada que el triunfo y los logros personales van de la mano, venciendo la maldad...pero forzados.
La hijoputez del director llega al extremo en escenas crueles como cuando un capataz cuelga al negro protagonista y este permanece suspendido un buen rato de una soga, agonizando ante la indiferencia de sus propios compañeros de color, o cuando el patrón de la plantación -un exagerado y ruin Michael Fassbender- le propicia un castigo de latigazos -que encima están detalladísimos- a su joven y negra esclava-amante por ausentarse del lugar a buscar un jabón.
Uno como espectador tiene ganas de decirle al protagonista -un medido eso si, Chiwetel Ejiofor-, que no sea tan zoquete, que intente huir, o al menos lo intente, que eso seguro lo haría más grande como humano y sobre todo: más digno. Pero esa dignidad esta carente en la peli esta, que con sus bajos recursos tan terribles y perversos intenta impresionar en crudo realismo al público. En mala hora.