Pegame que me gusta
El amigo Steve McQueen (el director, nada que ver con el clásico actor yanqui) tiene como marca registrada hacer películas intensas, viscerales, que se te quedan en el bocho después de verlas. Esto me pasó sobre todo con Hunger, su primer largometraje y el que propició el cruce de charco a Estados Unidos de Michael Fassbender. El tema es que, si bien 12 años de esclavitud sigue siendo intensa y visceral como las anteriores, todavía no estoy seguro si me gustó o no. Esto no me pasa con muchas películas, así que voy a aprovechar esto para intentar llegar a una conclusión.
12 Años de Esclavitud
Hay ciertos temas que entran en la categoría de “sensibles”. Temas con los que no se jode. El caso más típico es el del genocidio perpetrado por los nazis en la segunda guerra mundial. Desde nuestras pampas podríamos sumar también los desaparecidos de la última dictadura. Y toda la época “oscura” de la esclavitud, para los norteamericanos (tienen un presidente de color, imagínense la vergüenza!) entra de lleno en esta categoría. En las historias de este último caso, en general los blancos son unos enfermos malvados y los negros son las víctimas que sufren sus suplicios. Pensando sobre esto es que de pronto se me revalorizó, por ejemplo, Django Unchained, la última película de Quentin Tarantino, porque ahí podemos tener la satisfacción que nunca jamás vemos en las otras películas sobre el mismo tema: Ver a los esclavizadores sufrir a manos de los esclavizados. Y viendo 12 años de esclavitud me queda mas claro que haber hecho esa película necesitó de más “eggs” de lo que creía. Una conclusión extraña, la verdad. Pero es parte de lo que mencioné antes: esta película te queda dando vueltas en la cabeza un laaaargo tiempo.
Pero no todo es tan “standard” en la obra de McQueen, porque en este caso no solo nos estamos basando en una historia real (las favoritas de Goldstein), sino que además estamos ante un hombre que era libre y fue secuestrado por traficantes de esclavos. Básicamente lo que hicieron con el personaje de Chiwetel Ejiofor (un actorazo que se luce en cada papel que hace) es muy similar a lo que sucedió acá con los desaparecidos de la última dictadura militar. Directamente lo agarran, le dicen “sos un esclavo” y listo. Sin posibilidad de discusión. Sin ningún lugar a recurrir. Solomon Northup (el personaje en cuestión) es un desaparecido de los esclavizadores. Y así permaneció por 12 años, para su familia, sus hijos y sus amigos. Esto es lo más terrorífico que presenta la historia, nosotros sabemos que Solomon no “pertenece” ahí, y él también lo sabe y cada cosa que intenta para hacerse entender sobre eso es inútil y termina (como podemos suponer) en duros castigos. Toda la primer secuencia de la película, donde tenemos una breve aparición de Benedict Cumberbatch, hasta que Solomon cae en las garras de Edwin Epps (interpretado por Michael Fassbender) es muy interesante desde ese punto de vista.
12 Años de Esclavitud
Hasta ese momento incluso pensé “Cómo se viene conteniendo McQueen!”. Lo mínimo que esperaba del director era ver vísceras flotando por los aires a partir de vejaciones constantes. Pero hablé muy tempranamente, porque luego de toda esta secuencia prácticamente caemos en la típica película sobre la esclavitud. El dueño desquiciado y sanguinario (Fassbender), los trabajos forzados, los latigazos constantes, el hacinamiento, la desesperanza. Todo sigue su curso hasta que, de alguna forma (como sabemos por el título de la película) Solomon recupera su libertad. Lo cual llega un poco por sorpresa, porque la historia viene avanzando con muy buen ritmo (si hay algo que le tengo que reconocer a McQueen es que sabe llevar adelante el ritmo de sus películas) y de pronto, de un segundo al otro, pasaron 12 años. Pero en el transcurso no se nota este terrible paso del tiempo. Vemos como van sucediendo las peripecias que debe sobrevivir Solomon pero no llegamos a intuir qué pasó todo ese tiempo. Si tuviera que ponerle un cálculo, por lo que me quedó de la película podría haber pasado un año como mucho.
12 Años de Esclavitud
Pero igualmente eso no le quita fuerza al papel de Ejiofor, que deja la vida en cada escena. Hay secuencias en las que solo se ve su rostro en primeros planos dejando lucir su desesperación y desesperanza que son geniales. Cuando se rumoreaba que este muchacho podía llegar a ser el nuevo Doctor Who me hice pipí encima. Y acompañándolo tenemos al ídolo de Michael Fassbender, que le pone tanta energía a su “malo maloso” que prácticamente me dejó agotado de solo verlo. Los gestos que hace y los cambios de humor son realmente aterradores. El hecho de que nosotros sepamos que Solomon era libre aporta un punto de vista distinto sobre los hechos, pero si nos ponemos a pensar, salvo los nacidos en cautiverio, ¿no fueron todos los esclavos libres? Porque en la película pareciera que el único que tiene “derecho” a su libertad es Solomon, porque era un “norteamericano” libre. El resto de los esclavos casi pareciera que se merecen estar en ese lugar. Eso me llamó la atención, me imaginaba que en algún momento se iba a generar cierta empatía entre Solomon y el resto, pero siempre lo vemos como “el outsider”.
12 Años de Esclavitud
Y después llegamos al final. Esto puede ser un mínimo e ínfimo spoiler, aviso por las dudas. Al final de la película, Solomon regresa a su familia y “The End”, la película termina. Viene toda una serie de placas donde nos cuentan cómo el Solomon original intentó llevar a juicio a quienes lo secuestraron en distintos estados, presentó evidencias de que secuestraban negros libres para esclavizarlos y luego dedicó su vida a pregonar sobre el abolicionismo de la esclavitud. Y nada mas. ¿Pero entonces me estás contando la historia de un esclavo que era libre, y solo me mostrás su esclavitud? Acá es donde tenemos una historia “disinta” para contar sobre el tema! ¿Cómo hace para regresar a su vida normal? ¿Cómo vuelve a relacionarse con su familia? ¿Cómo es que logra encontrar gente que lo apoye para llevar a juicio a sus secuestradores? Ni hablar de cómo es que logra llevarlo a cabo verdaderamente sin que le pegaran un tiro en la cabeza (no debe haber sido fácil). ¿Cómo vivió su familia todos esos años en que él no estuvo, por ejemplo? Por lo menos mostrame como hizo para dormir su primer noche libre! Ni siquiera nos muestran cómo cambió su visión de la vida misma luego de pasar tanto años en ese suplicio. Eso queda todo relegado a una serie de placas de texto, muchas puntas interesantes dejadas de lado para mostrar las laceraciones de los látigos.
12 Años de Esclavitud
Pero algunos dirán “Bueno, el director está adaptando la novela y en la novela está escrito eso”. Y me parece perfecto, pero la novela no la leí y en definitiva, terminás encontrando exactamente lo que esperabas. ¿La película es fuerte? Si. ¿Tiene escenas crudas? Si. ¿Los esclavizadores son unos desalmados? Si. Y así podemos seguir. Si pensamos en otras películas que tratan el mismo tema, como Amistad (donde también tenemos a un hombre libre), El Color Púrpura o incluso la ya mencionada Django, 12 años de esclavitud cae en el lugar común. Eso no quita que sea un relato intenso e impactante, que probablemente te deje temblando luego de verla, pero creo que dándole vueltas a la historia podría haber aportado mucho más, como creo que sí hacen las antes mencionadas.