De Steve McQueen, 12 años de esclavitud narra la vida (o una parte de ella) de Solomon Northup, un ciudadano afroamericano que, de disfrutar su libertad co su familia, una mala noche es engañado, secuestrado y convertido en esclavo. Justo así como le sucedía a mucha gente años antes de la guerra civil en Estados Unidos.
Con las actuaciones de Michael Fassbender, Lupita Nyong (lo más sobresaliente), y Chiwetel Ejiofor en el papel principal, la película intenta reflejar de alguna manera la vida de un hombre que vive en carne propia la esclavitud a la que son sometidas las personas por su color de piel, y el racismo y la indiferencia con la que estos son tratados. Sin embargo, cabe decir que de todas las películas que tratan temas similares, podemos acusar a McQueen de irse por la fácil y tratar una historia que, si bien viene de una adaptación y como tal debe reflejar lo que el autor (quien es el que cuenta su historia) y no añadir elementos extraños, es muy superficial la forma en la que refleja las torturas y los abusos que sufrían las personas. No podemos negar que gente como el primer amo (Benedict Cumberbatch) eran buenos con su servidumbre, y otros mas crueles, como el mismo Fassbender. Aún más, gente que incluso estaba en contra de esos tratos, como el personaje de Brad Pitt (reparto de lujo como pueden apreciar). Pero si fue por darle más espacio al drama o por suavizar todo, la única escena realmente fuerte ocurre hacia el final en la tortura de la pequeña Patsy.
Honestamente, 12 años de esclavitud está muy sobrevalorada. Con todas las nominaciones y los premios que ya ha tenido, nos preguntamos si en realidad la premiación de esta película sólo ha ocurrido por esa tendencia de los "expertos" en premiar sólo aquellas cosas que hablen de historia norteamericana, o en su defecto, hablen de simple superación personal. Porque lo cierto es que el protagonista en ningún momento sufre más que por extrañar a su familia. Siempre es querido, apreciado, y si bien en algunas ocasiones es forzado a hacer cosas que no desea, tampoco es que su martirio haya sido enorme. Lo difícil aquí es la separación y el ser testigo de la vida de los esclavos que, de nueva cuenta, drama como tal, sólo un par de escenas y lo demás transcurre en diálogos de poca fuerza y poca trascendencia.
En resumen: una película para ver una sola vez.