12 Horas para Sobrevivir es la película ideal para ir al cine entre amigos y reírse de las situaciones que presenta. Las muertes, los momentos bizarros y las actuaciones a media máquina funcionan ambientados en una noche ideal para el terror.
El Año de la Elección es la tercera entrega de la franquicia iniciada en 2013, creada y dirigida por James DeMonarco. La premisa es interesante: en un futuro diferente, Estados Unidos opta por permitir todo tipo de delitos y atrocidades, sin consecuencia alguna, por una noche al año; mientras tanto, los políticos y líderes del país, definieron a La Purga como el acto que salvó a su nación de la quiebra económica.
En el lanzamiento de esta franquicia, se presenció la visión de esa noche desde el hogar de un empresario de seguros (Ethan Hawke) que creía estar a salvo en su casa, pero finalmente fue un blanco para purgar. Esa película fue un éxito para Universal ya que las ganancias resultaron increíbles para una producción de muy bajo presupuesto. Su secuela no tardó en llegar y The Purge: Anarchy aterrizó en 2014, volviendo a llenar los bolsillos de la compañía, que brindó un mejor presupuesto para ampliar el concepto de la purga, pero esta vez desde la perspectiva de la calle.
Su última película, que es el estreno cinematográfico de esta semana, presenta una sinopsis interesante: finalmente una política (Elizabeth Mitchell) se postulará a la presidencia para finalizar, después de tantos años, la noche de la purga.
La rubia actriz que participó en la serie Lost, interpreta a la senadora y candidata a la presidencia de Estados Unidos, Charlene Roan. Charlie sufrió en carne propia de qué se trata esta terrible noche. Años atrás, en pleno purgatorio, asesinaron a toda su familia delante de sus ojos, y ahora (irónicamente) ella está dispuesta a poner fin a dicha tradición.
El actual Presidente y su grupo oficialista se sienten amenazados por la figura de esta mujer que se ganó la aprobación de gran parte del pueblo norteamericano, muchos de ellos víctimas que sufren año tras año el terror de estar al borde la muerte. Ante la posibilidad de perder las elecciones y el control del país, a pocos días de una nueva Purga, modifican las leyes para que no haya restricciones a la hora de matar (hasta ese momento, los políticos eran los únicos que no podían ser purgados) y la senadora Roan es el principal objetivo para asesinar en 12 horas.
Frank Grillo retoma su papel de Leo Barnes para ser el guardaespaldas y la única persona confiable de la senadora. A diferencia de lo que se vio de Grillo en The Purge 2, esta vez no es el personaje más importante, sino que el protagonismo se lo arrebata un grupo de personas que tiene su historia paralela dentro de la película. Los nuevos personajes son interpretados por Mykelti Williamson, Joseph Julian Soria y Betty Gabriel. Lo normal sería engancharse con la historia de la senadora o inclusive con el papel de Grillo que es Crossbones en Capitán América: Civil War, pero los mejores momentos de acción y comedia, entre tanta locura, lo brindan este trío de amigos dispuestos a sobrevivir en la noche oscura repartiendo plomo para todos lados.
Es casi imposible que una tercera película de La Purga en tres años sea una gran obra de arte. Sin embargo, el film se supera en los aspectos visuales ya que está muy bien hecha, y la banda sonora acompaña para crear una atmósfera ideal para cada momento de esta historia.
Las actuaciones dejan mucho que desear. Como cada película de terror-acción-comedia, el desempeño de los actores no es el fuerte, dado que lo importante es entretener y pasar un momento divertido en el cine. Si aman esta saga y les parece interesante su propuesta de matar sin consecuencias por una noche, acá se volverán a encontrar con entretenimiento a base de sangre e insultos excesivos que aprovechan al máximo su clasificación R.