12 Horas Para Sobrevivir, el inicio: Purga para todos.
Llega a los cines la precuela de la saga The Purge, donde apreciaremos la primera Purga realizada en los Estados Unidos.
Desde la primera The Purge (2013) que sucedía todo en una locación, o The Purge: Anarchy (2014) logrando lo que pretendía el director con más dinero, y finalmente con The Purge: Election year (2016), vimos cómo iba desapareciendo de a poco el suspenso y el terror, enfocándose cada vez más en lo político, sin dejar de lado la acción. Además de otras curiosidades que hemos apreciado.
El director y guionista de estas tres películas, James DeMonaco se destacó por haber creado este mundo no tan alejado de la realidad, explotándolo desde la mirada de las personas que sufren este evento anual que dura 12 horas donde todos los delitos, incluyendo el asesinato, son legales.
Esta nueva película nos lleva a la primera Purga, y al porqué de este acontecimiento que empieza en Staten Island, un distrito de Nueva York, para luego, como vimos en las demás películas, se expandirá a la nación. La perspectiva en este caso está puesta en la falta de comida, trabajos y recursos que hay en el país de Estados Unidos, por lo que hay cambios en la presidencia, presentándose por primera vez el partido político de la NFFA (New Founding Fathers of America) que sirve como el villano de todas las películas de esta saga. Su objetivo es entregarle a la comunidad una oportunidad de catarsis, para liberar esa ira que ¿todos? llevan adentro, dándoles dinero a los más pobres que se queden en esta zona.
La ciencia hace su pequeña aparición con el personaje interpretado por la siempre bella Marisa Tomei, como la arquitecta de ésta idea, intentando apreciar el comportamiento de la clase más carenciada de la ciudad. Pero obviamente el gobierno tiene otra finalidad mucha más deshumanizada. La mayoría de los personajes que sufrirán este propósito sanguinario son afroamericanos, como la actriz Lex Scott Davis (Superfly) que interpreta a Nya, la joven luchadora que está en contra de este plan del gobierno, y hermana de Isaiah, Joivan Wade (Doctor Who), cansado de vivir en el complejo de edificios en mal estado.
Al centrarse este film en una ciudad devaluada que puede recordar a los monoblocks de la serie The Wire, uno de los personajes principales es el jefe de una pandilla que trafica droga, llamado Dmitri, interpretado por Y’lan Noel (The Hustle, Insecure), quien no le otorga demasiados matices a su personaje con su tiesa actuación, sino más bien le concede músculos y acción desmedida ante la realidad que enfrenta.
La mayoría hace un gran trabajo salvando un guion que, en relación a las anteriores films, no se atreve a mucha originalidad y decepciona en ciertos aspectos. Sigue habiendo persecuciones, asedios y separaciones con mucha violencia. A pesar de poder definir mejor a los personajes a diferencia de lo vivido en películas previas, los villanos son o dementes psicópatas, o políticos blancos que hablan correctamente, o mercenarios con similitudes exageradas a la Gestapo que no parecen representar una verdadera amenaza.
Salvo el psicópata de ojos muy abiertos llamado Skeletor, interpretado por Rotimi Paul (Dutch Kills), quien es el que mejor impresión da en esta precuela, aunque desafortunadamente no es utilizado en su totalidad.
En 12 Horas Para Sobrevivir: El Inicio, James DeMonaco ya no es el director como en las anteriores tres, sino que permaneció como guionista. Lo reemplaza Gerard McMurray (Burning Sands) quien parece tener una diferente creatividad en algunos planos, filmando varias escenas y secuencias de manera correcta, entregándonos ciertas situaciones visualmente interesantes.
Los diálogos siguen siendo el punto débil de DeMonaco a pesar de mejorar un poco la sobreexplicación que colmaban las anteriores películas. Aun así se nota que DeMonaco deja de lado a los personajes y los giros de la trama, porque parece estar enamorado de su premisa de un futuro distorsionado, la cual posee una semejanza cada vez mayor a la presente realidad de Estados Unidos con su nuevo presidente Trump, y el comportamiento de la fuerza policial frente a los afroamericanos. Habiendo algún que otro guiño al pensamiento gubernamental que seguro les recordará a algo más nacional.
En esta noche de Purga, no hay consecuencias en agarrar a una mujer por sus partes íntimas (Como se logra ver en una escena con la protagonisa), del mismo modo que aparentemente no hay consecuencias en la política estadounidense para admitir tal comportamiento (Refiriéndose a lo dicho por Trump). También habrá muchos elementos cercanos a la realidad del país del norte, que tienen que ver con los neonazis, capuchas KKK, banderas confederadas y asesinatos en masa.
Se conservan la sangre y asesinatos de los anteriores films, pero no ocurren escenas de suspenso que te mantengan tensos en el asiento, más allá de algunos momentos de Isaiah, y personajes recorriendo las calles distópicas. Así se vuelve una película bastante predecible, sin que se destaque alguno de los géneros. Ya que la película exhibe la acción mezclada con pizcas de suspenso, y asesinatos brutales y entretenidos, además del drama que sufren los protagonistas.
No es para nada una mala película, al demostrar una motivación política clara y personajes definidos, pero no muestra nada nuevo y decepciona en ciertos aspectos que podrían haber sido mejor desarrollados. Como el elemento de ciencia ficción que pudo distinguirse más con las grabaciones realizadas por gente del gobierno, diferenciando aún más a los locos de la gente común. O también se podría haber utilizado los lentes de contacto que tienen que utilizar los voluntarios, como un punto de vista diferente tanto en términos técnicos como narrativos. O usar más la escena de un afroamericano siendo golpeado por policías enmascarados que dura tan poco que ni siquiera se merece una advertencia de spoiler. Entre otros tópicos mencionados anteriormente. Aunque quizá todo esto sirva como premisa para explorar aún más en la serie que pronto estrenará.
Para algunos podrá ser una película más de la saga, y para otros puede ser la mejor de todas ellas porque agrupa el encierro de la primera, el exterior deteriorado y las calles de la segunda, además del tema político de la tercera, atreviéndose a ligarlo mucho más con la realidad. Pero sin destacarse en ninguna, y sin ninguna novedad en la trama. Solo falta que la vayan a ver y saquen sus conclusiones.