Súper chica
Algo raro pasa con Jill (Amanda Seyfried), todos la miran raro, como si no le creyeran siquera cuando dice buen día. Cuando su hermana desaparece esa actitud social no le ayuda para buscarla. La policía no parece dispuesta a iniciar una investigación por algo que consideran es fruto de su imaginación.
Según parece, Jill habría sido secuestrada un año atrás pero jamás hallaron al culpable. Ahora ella emprende por su cuenta la investigación que la lleve al rescate de su hermana. Falsas pistas, dudas sobre la salud mental de la protagonista que tiene una determinación a toda prueba, y que fuerza la paciencia del espectador al que solo le resta esperar ver que traje de súper heroína lucirá en algún momento.
No alcanza a ser una thriller psicológico, algunas actuaciones no merecen ser parte ni siquiera de una soap opera y el suspenso se quedó en la intención del guionista. El director cumple a reglamento con el material que tiene entre manos, del que solo vale rescatar la actitud de la bonita Amanda, una ascendente actriz que esta vez erró feo con su elección laboral.