127 Horas representa la vuelta al cine de Danny Boyle, luego del éxito que obtuvo por Slumdog Millionaire.
Con la participación de James Franco, Danny nos contará la historia verdadera de Aron Ralston, un montañista que en plena travesía por un cañón de Utah cae en una grieta quedando su brazo atrapado debajo de una pesada roca.
Aron comienza su viaje en total soledad y en su camino hacia el cañón Blue John se cruza con dos muchachas, a las cuales las ayuda ya que estan perdidas y las lleva a disfrutar de algunas experiencias inolvidables para sus vidas. Aron pareciera conocer el cañón como la palma de su mano, porque avanza con una confianza avasallante sobre cualquier superficie. Hasta que lamentablemente ocurre lo inesperado, y bajando por una estrecha separación resbala cayendo a pique hacia el suelo quedando su brazo izquierdo atrapado debajo de una pesada piedra.
Es allí que Aron comienza a intentar zafarse de la inoportuna piedra utilizando distintos métodos, aunque todos con el frustante final de verse atrapado y sin posibilidades de escapar. Incluso con el pasar de los minutos se da cuenta que nadie supo a dónde viajaba, por ende entonces nadie lo daría por perdido, aumentado así su sensación de soledad ante semejante escollo. Mientras cranea y lleva adelante los planes para lograr salirse, Ratson comienza a recordar distintas etapas de su vida generando distintos estados de ánimo en su persona, como la felicidad, la tristeza o la decepción.
La historia de vida que aquí nos ocupa, al igual que en El Ganador, era perfecta para llevarla al cine, debido a que contiene todos los condimentos típicos que se necesitan para llamar la atención de la crítica y el público. Siempre las películas de superación personal ante la cercanía de la muerte garpan bien en todos los ámbitos y en caso de tratarse de una historia real, mucho más. Es por eso que no son extrañas las nominaciones a los Oscar y los buenos números taquilleros que obtuvo alrededor del mundo.
La traba más importante para narrar 127 Horas era conseguir un producto de entretenimiento "apto para todo público" con una historia que se basa fundamentalmente en un muchacho que queda atrapado debajo de una roca. Allí es donde Boyle desprende toda su potencia gráfica "pop" para lograr desligar el profundo calvario que vive el protagonista. Otro apartado donde Danny busca "levantar" la historia, es en la excelente elección del poderoso soundtrack que suena en este film.
Hay un juego interesante en 127 Horas, donde Boyle plantea por medio del montaje de las escenas y la música una distención y una desdramatización de la historia y en donde su protagonista James Franco aparece como contraparte para equilibrar la balanza de la película. Quien aporta los momentos más rutilantes y pesados -dramáticamente hablando- es Franco, con una actuación excelente y que seguramente será recordada como una de las mejores de su vida. En las horas que su personaje pasa atrapado podremos verlo eufórico, deprimido, esperanzado, decepcionado, nostálgico, etc, con una credibilidad y un realismo realmente brillante. Sin dudas el papel más destacado en su fructífera filmografía.
Toda la fuerza que tiene la historia se va cerrando de manera contundente y brillante en las secuencias finales, donde el film cobra una especial energía que resulta altamente conmovedora.
127 Horas es un muy buen film con una historia altamente atrapante e interesante que cuenta con una excelente dirección de Danny Boyle y una actuación descollante de James Franco.