Adolescentes que piensan sobre la educación, los adultos, el consumo o la violencia. Adolescentes que ponen en juego otra mirada, distinta de aquella que los ofrece como peligro social. Una escuela estatal que intenta correr la línea de lo posible todos los días ofreciendo a sus alumnas y alumnos la oportunidad de mantener la esperanza, construir desde la confianza y el afecto, desde escuchar y dar la palabra, desde la apuesta y el límite.