La comunidad cinéfila argentina se sorprendió mucho cuando 1917 ganó el Golden Globle (y subsiguientes premios). Más que nada porque la competencia con joyas tales como Once upon a time in Hollywood y The Irishman, o sorpresas como lo fue Parasite.
Muchos se indignaron y las redes sociales fue el lugar para hacerlo. El primer nombre para vapulear fue el de su director Sam Mendes.
En lo particular yo no tenía prejuicio alguno pero si en algún lugar de mi mente había un pequeño ápice, éste se borró en los primeros minutos de film.
1917 es una genialidad técnica. Es la maximización de recursos cinematográficos de manual llevados a tope.
El film está compuesto por (falsos) planos secuencia. Y el inicial te vuela la cabeza.
Muchos le están criticando que estos no son verdaderos. O sea, que hubo cortes. No entiendo esa crítica porque el resultado es inmejorable.
Ahora bien, yendo a la historia la misma es muy simple y lineal. Queda claro que ese no es el fuerte del film y que lo malo viene por unas cuantas arbitrariedades en el guión.
El elenco está bien, y entiendo que no hayan querido usar a ningún actor consagrado para los roles protagónicos, pero creo que fue un error y que le quitó legitimidad a los personajes.
Sam Mendes, responsable de maravillas tales como American Beauty (1999), Revolutionary road (2008) o Skyfall (2012), hace un laburo de dirección espectacular. Y es el gran motivo de todo el revuelo que está causando la película.
Es verdad que tiene unas cuantas falencias y que no suma a “la gran tradición de films bélicos” tal como muchos dicen, pero el (no) simple hecho de los planos secuencia ya hace que merezca todo el alboroto que está teniendo.
Muchas películas han ganado premios (incluso el Oscar) por mucho menos. ¿Por qué no habría de hacerlo un film por una gran proeza técnica/visual?
1917 no es la mejor película de la temporada, pero tiene todos los elementos que a Hollywood (y a la Academia) le encanta y es una digna merecedora.
Es una gran experiencia verla en el cine. Casi no pestañás de principio a fin. Te tensiona mucho y no podés dejar de sorprenderte.
En definitiva, más allá de lo que pase en los Oscars, 1917 no será recordada como la película bélica definitiva, pero si como gran entretenimiento con un tremendo criterio cinematográfico.