2012

Crítica de Laura Tuyaret - Dulce Pururú

La originalidad del director y co-escritor de este film realmente sorprende, porque no sólo ha logrado hacer una película catástrofe única en Hollywood, sino que también esta pieza es singular dentro de las que él mismo ha dirigido. Si usted vio esta película, se dará cuenta al instante que la frase anterior es un completo sarcasmo.
¿Cómo Roland Emmerich pudo copiarse a sí mismo de semejante forma? Y es que no existe una gran diferencia entre esta película y El día después de mañana, por ejemplo. Reconozco lo impactantes y espectaculares que son los efectos especiales, pero no dejan de ser diferentes a los de Independence Day o Trade, en donde el mundo se cae en el lapso de dos horas.
2012 cuenta la historia de cómo el planeta Tierra se destruye, en concordancia con la predicción maya. Pero, como en todas las películas catástrofe, siempre todo comienza en los EEUU. La historia del escritor Jackson Curtis (John Cusack), quien lucha por salvar a toda su familia de este cataclismo, funciona como hilo conductor. Y todo termina como lo habíamos supuesto: un final a lo Hollywood, completamente predecible.