Con amigo como éstos… Para qué quiero enemigos.
A juzgar por la escena con la que comienza el film, debo decir que ya me imaginaba todo lo que iba a pasar. Eso sin contar que los creadores son los mismos que hicieron ¿Qué Pasó Ayer? y que la película se basa prácticamente en la misma premisa. En la ya conocida y exitosa The Hangover, tres amigos llevan a otro de despedida de soltero a Las Vegas y se emborrachan tanto que al día siguiente no sólo perdieron al anfitrión y protagonista de la velada sino que además deberán lidiar con un montón de situaciones hilarantes y bizarras para poder encontrarlo y regresarlo en condiciones al día de su boda.
En la nueva apuesta, y ahora sí hablando de la película en cuestión, dos jóvenes universitarios llevan de bar en bar a su mejor amigo que está cumpliendo la mayoría de edad y debe presentarse al día siguiente a una importante entrevista para la escuela de medicina. Como se imaginarán, el joven pierde la conciencia de tanto alcohol y sus dos amigos deberán regresarlo a casa antes del importante momento; pero esperen… ¡Ellos ni siquiera recuerdan dónde cuernos vive el pobre chino!
Creo que 21, La Gran Fiesta’ (21 & Over, 2013), está dirigida a un target mucho menos amplio que su prima hermana. Se trata de jóvenes en edad aún ‘escolar’ que tendrán una noche de descontrol; cosa bastante normal si no tenemos en cuenta las consecuencias del hecho. No me gustaron los actores, ninguna de las actuaciones me parece que se destaque, aunque sí puedo decir que están medianamente correctas. Los chistes, o mejor dicho, las situaciones alocadas, no tienen prácticamente ningún elemento que no hayamos visto antes. Confieso que no soy ninguna fan del género, pero me parece que el film hará reír más a los hombres de entre 15 y 30 años. Sí, así de exacto el rango etario, como buena publicitaria que soy.
Dejemos a un lado por un ratito el hecho de que el padre del inconsciente protagonista sea el jefe de la iniciativa Dharma en Lost y sentémonos a analizar el guión mientras bebemos un par de tequilas… Okay, no hay mucho para decir. Bueno en realidad nada… Cientos de veces hemos visto a personajes de la ficción embriagarse y hacer locuras en juergas que involucren a algún chino que se apellide ‘Chang’. Así que el que no haya aprendido de una vez por todas la valiosa lección de lo que te puede pasar si el alcohol invade descontroladamente tu noche, es porque todavía no vio la suficiente cantidad de películas con moralejas cerveceras.
Conclusiones tan profundas como el guión: el final es de lo mejorcito que pude rescatar, gracias a que nuestro amigo asiático toma una decisión adulta, haciéndole honor a la mayoría de edad recién adquirida, que ahora figura en ese pase libre llamado identificación; pura kriptonita para todo aquél patovica que se cruce en su camino.
Por otro lado, puede resultarles entretenido que el tipo sea cargado por su par de amigotes cual bolsa de papa durante toda la película. Y no faltarán por supuesto las situaciones desagradables e incómodas que van de la mano de una resaca.
Escenas que podrían haber resultado mucho más jugosas se quedan a mitad de camino, mientras debemos soportar cientos de tomas apretadas entre la gente que salta con sus vasos de bebida apuntando al cielo.
En fin, yo que vos, hago mi propia fiesta de bienvenida antes que ver este pastiche borrachero. Namasté.
@CinemaFlor