Después del enorme éxito global de ambas entregas de ¿Qué pasó anoche? (que además va a por una tercera), ese sub sub género de la fiesta alcohólica que se desmadra comenzó a difundirse con toda clase de variantes. En este caso, se trata del cumpleaños en el que un estudiante de raíces chinas en los Estados Unidos alcanza la mayoría de edad. Por cierto, aparecen los compañeros torpes que quieren que festeje a lo grande, las cosas que salen mal porque el alcohol se desmadra, las imágenes absurdas y ridículas, la escatología (en el sentido más amplio del término) y el sexo como un campo al mismo tiempo de atracción y de repulsión. El film cumple con su objetivo de hacer reír porque, en general, tiene el timing justo (el secreto de la comedia es siempre la oportunidad; nada es gracioso en sí mismo. Pero hay que considferar que, en cierta medida, todas estas películas son transgresoras solo en cuanto a las imágenes y hasta cierto punto: bien mirado, lo más revolucionario o molesto es que las fiestas post adolescentes no son más que excentricidades ocasionales e ingenuas. En esa modesta verdad radica el auténtico valor del film.