Una de las teorías conspirativas más famosas (y más entretenidas) es la del llamado “club de los 27”, que son aquellos rockstars (y algunos actores también) que murieron a la edad de 27 años como consecuencia de suicidio o accidente.
La teoría se basa en que estas muertes están conectadas, que no son casuales y que algunos en realidad no murieron.
Esa es la premisa de este estreno. Comienza con una muerte más en esa senda y de ahí se desata un policial con elementos fantásticos.
Nicanor Loreti, referente nacional del cine de género en Argentina por ser el responsable de Diablo (2011), Kryptonita (2015) y su spinoff televisivo Nafta Súper (2016), se consagra como autoridad máxima en la materia por este último trabajo.
Es un delirio, es trash y tiene unos giros que sorprenden.
Capusotto un genio tal y como nos tiene acostumbrados, pero siempre y cuando no busquen a alguno de sus personajes. Es una interpretación en clave comedia distinta.
El resto del elenco está bien y en sintonía pero ninguno llega a lucirse de la misma manera en la cual él lo hace.
De todos modos, y más allá de cualquier otra apreciación, para disfrutar 27: El club de los malditos hay que entrar en su lógica y sus reglas. Y analizarla y entenderla por lo que es: una película de género argentina que juega con mitos y los realza en un idioma cinematográfico atípico.