Notable policial negro con insuperables actuaciones
El tercer y mejor film del director es un seguro candidato al Oscar. McDormand casi supera a su mujer policía embarazada de “Fargo”.
Una mujer paga tres anuncios publicitarios en las afueras de su pueblo de Missouri. Los carteles están pintados de rojo y tienen inscripciones contra el sheriff local. El mismo que hasta el momento no pudo detener a nadie por la violación y asesinato de su hija. Así es como de repente se quiebra por completo la frágil armonía social de la pequeña localidad.
El inglés Martin Mc Donagh no filma mucho, pero cuando lo hace consigue películas tan interesantes como "Perdidos en Brujas" y "Siete psicópatas". Sólo que este tercer largometraje está a un nivel muy superior, y realmente se lo puede considerar uno de los mejores policiales negros en lo que va del siglo XXI, con una fuerza dramática y detalles originales notables.
Y ni hablar de las actuaciones. Frances McDormand casi supera a su mujer policía embarazada de "Fargo" de los hermanos Coen con este personaje de una madre enloquecida en su afán de justicia, o tal vez de venganza. O acaso simplemente enloquecida a secas, como deja entrever una extrañísima y fascinante escena en la que hace que sus pantuflas con formas de animalitos mantengan un dialogo perturbador lleno de insultos (en realidad casi no se puede encontrar un sólo diálogo de su personaje sin malas palabras). Por su parte en un extraño equilibrio Woody Harrelson también se luce como el sheriff al que aluden los carteles, un policial mucho más moderado de lo que se podría suponer. Y el que también brinda una excelente actuación es Sam Rockwell como otro policía del pueblo de costumbres totalmente desaforadas.
La historia está llena de momentos de humor negro y climax terriblemente dramáticos, está muy bien filmada, incluye intempestivas explosiones violentas y en general el conjunto sirve para anunciar que el 2018 empieza con muy buen cine negro.